Un día después de la locura en Maloste tras la gran victoria ante el Galatasaray en Eurocup la Liga Dia volvía a Gernika. 24 horas después. Un partido que pidió adelantar el Femení Sant Adriá. El Lointek Gernika tenía que luchar contra el cansancio de la cita histórica y centrarse en sumar una victoria en la competición doméstica. lo encontraban sensaciones positivas, tan solo la única con piernas frescas con la elástica granate: Las piernas de Kamile Nacickaite, reciente fichaje, las más frescas. La lituana se estrenó a lo grande en Maloste con 10 puntos.
El primer cuarto se cerró con un abierto 23-17 pero con grandes sensaciones. Gloria Estopa. la entrenadora catalana. planteó una zona muy activa en el segundo periodo que le costó leer a las locales. Una canasta de lado a lado de Itzi Ariztimuño sobre la bocina cerró el segundo cuarto con un 42-34.
A pesar de pasar por los vestuarios, Simmons siguió con la muñeca caliente. Otro triple para la escolta americana, que fue un auténtico quebradero de cabeza para el Sant Adriá. Pero Blake Dietrick no entiende de cansancio, asumió la responsabilidad de parar a Simmons. Y lo consiguió. Mientras tanto Berezhynska y Gwathmey dieron un paso al frente en la anotación encontrando los huecos en el muro catalán. Las torres de la muralla lila, Coulibaly y Keita, estuvieron muy bien defendidas durante todo el choque a sabiendas del daño que hacen en la zona. Las gernikarras atacaron la defensa por donde más daño se puede hacer en estas situaciones: con el triple desde la esquina. Pero a su vez, no lograron esquinar y romper el partido en el tercer periodo. Todo queda abierto para los úñtimos 10 minutos.
Sin embargo, las gernikarras no se vinieron abajo y sacaron coraje y garra para mantener la renta. Naiara Díez se puso el mono de trabajo y a pesar de no estar acertada en el lanzamiento, se fajó en defensa. Blake Dietrick, por si no tuviera suficiente trabajo parando a Simmons, fue la fuente de anotación necesaria cuando las catalanas más apretaban. El Femení Sant Adriá dio un último arreón, pero era demasiado tarde. 76-71 en el luminoso final. Dos victorias en menos de 48 horas para las de Mario López.