Eneko Lambea, gimnasta de Sakoneta Gimnasia Erritmiko Taldea de Leioa, se proclamaba en junio, en Palma de Mallorca, campeón de España junior de rítmica masculina tras imponerse con autoridad en los concursos de cuerda, aro y de cinta. Lambea, que revalidaba así el título conseguido el año pasado en Guadalajara, ha sido un torbellino a su paso por el Velodrom Illes Balears.
El abrazo final con sus entrenadoras, Igone Arribas y Judith Torralba, tras su actuación con la cinta rubricó una triple actuación de ensueño.
Empezando por el final, su ejercicio con la cinta bajo los acordes de la mítica “Danza del sable” del compositor armenio-soviético Aram Khachaturian, que popularizo Billy Wilder en su inolvidable película “Un, dos, tres”, ha sido una explosión de alegría, fuerza y técnica. Era sido la traca final perfecta de un concurso inmaculado.
Para entonces, Lambea ya había marcado las diferencias con la cuerda y el aro. Su exhibición en el Campeonato de rítmica masculina por autonomías del pasado mes de abril en el que batió a los mejores gimnastas senior del panorama nacional ya auguraba que el futuro de la rítmica nacional, si no se tuerce por el camino, está en sus manos.
Pero Eneko Lambea, radiante con el oro colgado en el cuello, es algo más que un campeón. Es un ejemplo para todos. Un niño de 15 años en el mundo de la gimnasia rítmica, coto privado actualmente para las participantes femeninas. Su sueño, como cuenta en #Vamos de Movistar+ es "ir a unos Juegos Olímpicos".
Actualmente hay 70 niños federados en España que practiquen este deporte. Poco a poco conquistan posiciones, a la espera de que la Federación Internacional abra su visión. "Si realmente quieres hacer gimnasia no puedes rendirte ni tener miedo", dice Eneko...
Eneko Lambea es un ejemplo para todos. Así se abre paso un niño en el mundo de la gimnasia rítmica. #NoticiasVamos. pic.twitter.com/GWjBgkW9NX
— #Vamos por Movistar Plus+ (@vamos) September 9, 2019