La denuncia de Marta Pérez (Barakaldo EST), hija del primer médico fallecido en Madrid

Marta Pérez llego el pasado verano al Barakaldo EST para reforzar al equipo vizcaíno en su debut en la Liga Femenina 2. La alero madrileña, de 25 años, es además médico e hija de Luis Antonio Pérez, primer profesional sanitario en fallecer por COVID-19 en la Comunidad de Madrid. Trabajaba en la Unidad de Atención Domiciliaria del SUMMA, el servicio de urgencias de Madrid, y había contraído la enfermedad a mediados de marzo.

Marta pasó por los micrófonos del programa Tiempo de Juego de la COPE para explicar como contrajo su padre el virus y denunciar lo que considera una "desorganización" de las autoridades a la hora de intentar atajar la propagación de los contagios.

“Exactamente no sé cuándo se contagió. El 15 marzo trabajó en el HM de Alcalá de Henares y por la noche tenía guardia de 12 horas con el SUMMA. Madrid ya estaba colapsada y le obligaron a bajar a Madrid sin ningún tipo de protección. Los dos o tres días siguientes fue cuando empezó a tener los síntomas. Se metió en la habitación e hizo su cuarentena. Estuvo una semana muy malito en la cama esperando el test. Mi madre se lo hizo y le salió positivo. Se dio de baja para no contagiarnos a nosotros ni a sus pacientes embarazadas", explica.

La jugadora del equipo barakaldés denuncia "desorganización por parte de nuestros gobernantes".

"No estoy de acuerdo con cómo están actuando, echando balones fuera y obligando a que los sanitarios se jueguen la vida por nosotros. Mi padre tenía una alteración congénita en el corazón, obeso, fumador y tenía más de 60 años. Le mandaron a las trincheras. Ahora a todos los que tienen más de 60 años les están dejando en segunda línea. Un 70% lo vamos a pasar asintomáticos o vamos a estar malos y ya está, pero mi padre estaba dentro del porcentaje que acaba en la UCI", explica.

"Mi padre no era un héroe, era un ser humano, humilde y trabajador.. Y era padre y amigo, y como él todos los sanitarios de toda España", explica Marta emocionada, pero con una enorme entereza después de haber perdido a su padre apenas unas horas antes.