El Portu se eleva a Segunda B desde el banquillo

Portu versus River. El partido más largo del mundo. La final que tanto se hacía desear. Ser o no ser equipo de Segunda B. Todo estaba a punto el pasado 25 de julio. Horas antes del partido, saltó la bomba. La RFEF notificaba el aplazamiento de la finalísima luego de que el Club Portugalete trasladara a la Federación Vasca de Futbol que "la novia de uno de nuestros futbolistas ha dado positivo por la Covid-19".

La honestidad del Club de La Florida conllevó 'castigo' federativo: el Portu no jugaría la 'repesca' en caso de caer ante el Sestao. Un 'River' que pudo seguir entrenando mientras los de Loza, 'en cuarentena', revivían los duros momentos del confinamiento. Aislados, así los jugadores, cuerpo técnico como todas las personas que habían convivido en el seno de las instalaciones del Municipal de La Florida. Limpios todos de la 'impureza' de este extraño microbio que nos vino del lejano oriente, 'el que en las alturas del fútbol hilvana' dio el visto bueno. 8 de agosto de 2020. 19:30. Alea jacta est. Había llegado el momento de los jugadores.

Y de los técnicos de ambos equipos. Mientras Ibon Etxebarrieta colocaba en el verde de Sarriena un once muy reconocible, Ezequiel Loza se decantó por la 'revolución'. En el sistema. En los nombres. Ukerdi Corres se incrustó entre Celihueta y Txopi. Cemento en la medular. Fuera de la convocatoria Isuardi [el 'Messi cántabro], y mermado en el banquillo el astuto ariete Adrian Guemes, Isuskiza gozó de la condición de compartir la punta con Thaylor. Rozas, de once.

Yaser, Santamaría, Moya, Artabe, defendiendo a ese seguro de vida que le dicen Mediavilla. Etxebarrieta no quería probaturas. Su 'defensa de memoria'. Y, sobre todo, ese doble medio centro que podría ser el mejor de la categoría: Iker de Eguino - Julen Huidobro.

Este clásico de la Tercera venía marcado por sendas exhibiciones gualdinegras en Las Llanas en las dos ultimas temporadas. Se trataba de otra historia, sin embargo. Demasiados condicionantes. ¿Qué les parecen cinco meses desde el último partido liguero? Se trataba de ver cómo habían asimilado los dos equipos la tortura de tanto tiempo de espera. Ibon Etxebarrieta, apostó 'a lo suyo' y  'con los suyos'. Ezequiel Loza, sin Isuardi, sin Guemes, tiró la casa por la ventana esperando merecer una morada de lujo en la ansiada Segunda B.

El partido, casi de inicio, nos ofreció un panorama inédito. El Sestao, dándole al Portu de la misma medicina que en Las Llanas los de Loza le habían dado al 'River'. Balón. Manejo. Distribución. Dueño del juego y del partido. Como si solo un equipo de los dos tuviera derecho al disfrute. Como si los comandados por Iker de Egino poseyeran toda la virtud. Un Sestao que lo hacía fácil. Como si no encontrara oposición.

Celihueta, Txopi y Ukerdi Corres, como dándose aguadillas entre ellos. Incómodos. Como si no se conocieran. Corres, que regresaba al once tras su calvario de más de una temporada. Sin el auxilio del talentoso Isuardi. Sin el socorro de Guemes, sin el recurso de Galder, sin Mikel Cubería, todo un 'expediente X' para el periodista desde que su entrenador lo bajara del podio de oro en el que lo había colocado.

El Sestao, cómodo desde la salida de sus centrales, llegaba fácil al área rival, en especial por la derecha, vía libre para Ander Gago, un 'dos' que parece haber vendido su alma al diablo. Pisaban área los verdinegros. Y línea de fondo. El balón se enredaba entre una maraña de piernas disímiles. Centros. Remates. Rechazos. Disparos. Córners. Y cuando todo parecía perdido, el gran Jorge Mediavilla. No era de recibo lo que se veía.

El equipo de la categoría que menos concede en defensa [el Portu] se ahogaba, incapaz de salir de su área. De trenzar en el centro del campo. De salir por las bandas. De lanzar en largo para el contrataque. Pintaba mal para el Portu. El Sestao 'creaba' y 'se recreaba'. Pero no acertaba a la hora de la última pincelada. El Portu, como a merced. El River, por sus muchos hechos, convencido de que el Portu terminaría cediendo. El empate de inicio, sin embargo, le decía al mundo que el Club Portugalete era equipo de Segunda B.

El cuadro de Loza, sí. Ese que tan bonito juega cuando lo hace bonito. Ese que tan poco concede en defensa aún en sus partidos más espesos. Éste lo era. Pero la defensa flaqueaba. Y si lo hacía, era porque el Sestao llegaba fácil luego de agigantar su fútbol en el centro del campo. Se trataba de marcar, sin embargo. Y el Sestao no llegó a gozar de la claridad necesaria. Ya se dijo: "Los goles no se merecen; se marcan". No se trataba de "merecer ganar la gran final, sino de vencer al rival", un Portugalete que se sostuvo erguido aún en sus momentos de mayor flaqueza.

La solución del Portu la tenía Loza en el banquillo

El Sestao no tenía margen de mejora. Su fútbol era el preciso. Le faltaba el gol. El optimista se fijó en el Portu y le dijo: "¡Supérense, jarrilleros!". Y fue así que Ezequiel Loza empezó a servirse de sus hombres del banquillo. 'Fer' Rubio saltó en la reanudación luego de que Loza le dijera a Corres: "Uker, dúchate". Físico y frescura para el centro del campo. En el 54', Robert Gandara por Txopi: relevo ofensivo entre hermanos.

Diez minutos más tarde [64'], Galder suplió a Isuskiza. En el 83', Loza culminó su particular 'remontada' de una tacada: Celihueta y un 'reventado' Diego Rozas les hicieron 'pasillo' a 'Jonfi' y Javi Alonso, el toque 'titanico' que el Portu necesitaba para 'aniquilar' a su rival. En efecto, un minuto después, entre Thaylor y Robert Gandara montaron un contraataque de libro. Galopada de 'Brian Thaylor Lubazandio Aldama' por la banda derecha aprovechando el desfondamiento de un Sestao que ya no daba más de sí.

Pase de la muerte: el menor de los Gandara ni siquiera tuvo que fusilar, tan solo ofrecer el interior de su bota izquierda. Como una puñalada por la espalda debió sentir Ibon Etxebarrieta la sentencia de su ex-equipo, un Portu que había empezado a crecer y a hacerse fuerte a medida que Loza empezó a mover su banquillo hasta contar cinco.

El gol, aunque no era necesario para darle al Club Portugalete el ascenso [le bastaba el empate], sirvió para que Javi Morua lo cantara con locura desde el Cielo. Y para honrar la memoria de Marqueta, el gran central al que Rubén Las Hayas le dedicaba su página digital del Mareometro, a fecha 7 de agosto.

"Las finales no se juegan: ¡se ganan!". Ni bonito ni feo, ni feo ni bonito. Que se lo digan a Bielsa o a Simeone. A Ibon Etxebarrieta o a Ezequiel Loza. Cuarta temporada del técnico de Santoña al frente del Club Portugalete. En la 2014-2015 se proclamó campeón del grupo IV de la Tercera División, logrando el ascenso a Segunda B vía play off tras vencer en la llamada 'batalla de Martos' que tan bien recuerda el estilista zurdo Txabi Galán. Fue cesado cuando era técnico del Portu en Segunda B.

Curiosamente, Ibon Etxebarrieta arribó a La Florida para intentar ascender a un Portu descendido. No anduvo fino: ¡se cayó del play off en la última jornada! En la 2018-2019, la directiva de Rivacoba Zurimendi volvió a recurrir a Loza para lograr el ascenso: a las puertas se quedó luego de volverse a proclamar campeón de Tercera.

Esta temporada, por fin, este curso balompédico tan triste y accidentado, le ha servido al técnico de Santoña para alzar al  Portu, a ese tan suyo "que juega en mi pequeño Anfield", a esa Segunda B en la que Rivacoba "quiere dejar al Portu bien asentado cuando me llegue la hora de dejar el cargo".

Zorionak, Club Portugalete!...

Lástima que el 'River' se haya tenido que quedar varado por culpa de una pandemia que ha sido capaz de poner de rodillas a una Humanidad henchida de si misma. Y bien hará la dirección deportiva de este Club de 111 años de historia en armar una plantilla sólida, si no quiere que su tercera experiencia en la categoría de bronce sea tan breve como la de 2005-20006 y la de 2015-2016.

Y es que ascender para de seguido bajar a Tercera, como que en la Villa jarrillera no mola. El 15 de agosto, la Banda Municipal de Música recorrerá las calles tocando la 'Diana': "Escucha mi cantar / portugaluj@ despierta / ven conmigo a gozar / en el placer de la fiesta".