Call of Duty siempre ha sido una franquicia centrada en momentos bélicos de la historia "reciente" incluso jugando con el futuro en sus últimas entregas, pero siempre con unas aliadas comunes, las armas de fuego.
Sin embargo, en 2008, se planteó la poiblidad de ambientar un Call of Duty en una era muy anterior a lo acostumbrado, en la que las armas de fuego no existían y las batallas se libraban con acero. Y es que Vicarious Visions (creadores de Skylanders) tenía en mente Call of Duty: Roman Wars, un juego ambientado en la Antigua Roma, tal y como informa GamesRadar+.
Al parecer, el protagonista principal iba a ser uno de los soldados de la décima legión de Julio César, aunque sin descartar la posibilidad de controlar a otros personajes como nos tienen acostumbrados los chicos de Activision.
El estilo de los combates iba a ser un mezcla de batallas en tercera persona al estilo de Ryse: Son of Rome y peleas en primera persona a lo Condemned: Criminal Origins. Además no podían faltar los vehículos que en este caso se trataban de caballos y hasta elefantes.
La demo, que podéis ver en el vídeo de arriba, surgió de la experimentación con Call of Duty para sacar partido a una saga que disfrutaba de una popularidad altísima en forma de spin-off y formatos similares. Pese a ser muy bien acogida de forma interna, el presidente de la compañía Bobby Kotick pensó que se desviaba demasiado de lo que era Call of Duty, y por tanto no debía llevar el nombre de la franquicia.