A principios de año se estrenaba una serie que trataba un tema peliagudo, importantísimo y que ponía el foco en la figura de la mujer como superviviente en lugar del de víctima. Se trata de Sweet Vicious, ese rara avis en la televisión norteamericana emitido por MTV. Aquí se hizo un alegato a su visionado, recomendándola por ser una serie como pocas había en pantalla. Mucha gente estábamos pendiente de la decisión de la cadena, que finalmente ha decidido no renovarla por una segunda temporada.
Esta decisión, como era de esperar, no ha sentado demasiado bien y la indignación es sumamente grande. Pero, ¿por qué? Empecemos por lo esencial.
La serie es básicamente el argumento de Batman, tal y como dice Ophelia –Taylor Dearden- en uno de los episodios. Jules –Eliza Bennet- es una chica que fue agredida sexualmente el verano anterior por el novio de su mejor amiga, el chico popular y deportista de élite. Durante ese mismo verano Jules queda destrozada por la traumática experiencia, hasta que decide que si el sistema no la ayuda, ¿por qué no hacer justicia por su cuenta?
Jules dedica tiempo a prepararse y entrenarse en técnicas de lucha. Cuando llega el nuevo curso decide ir a por todos los agresores sexuales del campus, que por desgracia no son pocos. En su camino se le cruza Ophelia, una outsider que toma conciencia del problema y se convierte en su pseudo-sidekick. Este es el argumento de la serie, el cual se mezcla con un sentido del humor muy peculiar –e increíblemente ácido y negro-, situaciones absurdas y mucha, mucha crítica social.
En Estados Unidos, país donde se emite originalmente, Sweet Vicious ha sido un –pequeño- fenómeno, sobre todo en las comunidades de chicas y chicos agredidos sexualmente. Su showrunner, Jennifer Kaytin Robinson, se ha preocupado personalmente de recoger testimonios y acudir a profesionales para asegurarse de dar un mensaje positivo.
A lo largo de estos meses, tanto ella como sus dos actrices principales han acudido a eventos, han ayudado a la causa y, sobre todo, han dado visibilidad a un problema que en Estados Unidos no deja de crecer. Decenas de personas le han escrito a Robinson, ya sea personalmente o a través de una web, agradeciéndole su labor y alegando lo mucho que Sweet Vicious les ha ayudado.
Pero esto no ha sido suficiente para MTV. De nuevo se ha impuesto el mercado –no nos engañemos, la TV es una industria-, y por ello la cadena ha decidido no renovarla. Sus seguidoras y seguidores no están demasiado felices con la decisión, pues la serie está haciendo un bien en mucha gente.
Afortunadamente, como toda serie que se precie, Sweet Vicious también cuenta con fandom. Este fandom ha decidido lanzar una campaña para salvar la serie, bien por una posible compra por parte de Netflix, bien haciendo a MTV reconsiderar su decisión. La campaña está realizándose principalmente por Twitter, donde a través de #SaveSweetVicious se están dando directrices para llevarla a cabo.
¿Habrá suficiente ruido para ver una segunda temporada? Esperemos que sí.