*este escrito contiene spoilers*
Pues ya ha pasado. Juego de tronos (2011-) ha estrenado su séptima temporada, y podéis leer aquí nuestra reseña de 'Rocadragón', su espectacular primer episodio. Una escena nos ha llamado especialmente la atención, y creemos que merece su propio escrito. Una escena que muestra el factor humano de la serie, su lado más identificable y -por poco explorado- curioso. La escena en cuestión es la comida que Arya comparte con un grupo de soldados Lannister en su camino a caballo a Desembarco del Rey.
No se está queriendo decir con esto que Juego de tronos no sea una serie humana. Lo es, y mucho, pero explora el lado más crudo del ser humano, y muchos de sus personajes -sobre todo aquellos en posiciones de poder- son más cerebrales que instintivos, así que la humanidad brilla a veces por su ausencia en la proporción. Pero de vez en cuando la serie hace cosas como la de éste episodio, y centra su mirada en los peones de ese juego de tronos que luchan los personajes protagonistas.
Es una estrategia similar a la usada en 'El hombre roto', capítulo de la sexta temporada de Juego de tronos que revelaba la supervivencia de Clegane y su nueva vida con una comunidad campesina. Esos personajes vivían ajenos a las razones de la guerra, y sólo sufrían las consecuencias. Los soldados con los que Arya se cruza, con el célebre cameo de Ed Sheeran entonando una canción importante, son seres humanos que no responden ante los Dioses, ni sirven al Señor del Fuego. Consideran Desembarco del Rey un asco y quisieran volver con sus familias en lugar de tener que proteger los Gemelos. Luchan las guerras de otros. Y Arya lo ha entendido ahora mejor como nunca, con la brillante interpretación de Maisie Williams dejando testimonio de ello.
Juego de tronos es una serie que transcurre en su mayoría en las habitaciones donde se ostenta el poder, y sólo se suele salir de ellas para ver cómo ese poder se manifiesta en batallas y magia. Pero escenas como ésta siempre son bienvenidas, porque toda esa gente existe en un terrible fuera de campo de la historia, y son sus mayores víctimas (esos cadáveres de padre e hija que Clegane y compañía encuentran en medio de la noche). Es el factor más humano de Juego de tronos.