El episodio 7x06 de Juego de Tronos, titulado “Más allá del muro“, ha funcionado como episodio 9 en esta inusual temporada. Con el final más cerca que nunca, Juego de Tronos se lo ha jugado todo por el todo, creando un episodio épico en el que el clímax narrativo se ha aguantado hasta el final. ¿Creíamos que la feroz batalla sería el punto álgido? No, ni de lejos, el punto álgido ha sido el último plano que cerraba el capítulo. Aquellos que conocemos Canción de Hielo y Fuego esperábamos un desenlace así, pero aun con esas no ha dejado de ser algo que nos produce escalofríos.
Pero, mejor, vayamos por partes. O mejor dicho, por lugares.
Más allá del Muro
Comenzamos con la expedición de valientes –o descerebrados, como les diría Daenerys- más allá del Muro. El episodio empieza mostrándonos la dinámica existente entre ellos: qué rol juegan dentro del grupo, cuál es su punto fuerte y qué conflictos ocurrieron entre unos y otros en el pasado. Uno a uno van entrelazándose en conversaciones con el siguiente. ¿Cuál es la finalidad de esta ronda tan amena y ligera?
En primer lugar, conseguir relajar al espectador y tomarle cariño al disfuncional grupo. En segundo, dejar claro el mensaje que se quiere transmitir: la unidad frente al enemigo por encima de todo. Solo importa conseguir tener éxito en la misión y salvar Poniente del Señor de la Noche, lo que ocurriese antes debe ser olvidado. Entre discursos místicos de Berric y momentos solemnes de Jon y Jorah, los minutos van pasando y la tensión se va incrementando. Algo hay en el ambiente pero no se sabe con certeza el qué… hasta que, de pronto, todo se acelera. Una pelea con un oso precipita sus acciones.
El grupo acaba dando con lo que busca y se enfrenta a unos Caminantes. Es la primera vez que vemos la diferencia entre Caminante y Espectro, y cómo funcionan unos y otros. No se paran mucho a explicarlo pero grosso modo actúan a modo de jerarquía vampírica. Uno transforma a otro, a otro, y a otro…y si matas al primero, todos mueren. Cuando parece que han tenido éxito, la cosa se tuerce y en un apenas unos segundos Gendry corre hacia Guardaoriente –las distancias en esta temporada me siguen pareciendo un misterio más interesante que los propios Caminantes o los orígenes de Jon- y el grupo huye hacia una montaña. Están justo donde Sandor percibió su visión, rodeados de Caminantes de los que se salvan por milésimas.
La quietud antes de la tormenta dura hasta que Sandor, en una demostración de estupidez más grande que su altura, lanza una piedra y todo se desmorona. Un gesto tan simple que desemboca en una batalla épica en la que Jon lidera el ataque, con el equipo luchando codo con codo por la supervivencia.
Suerte que el deux ex dragon de Daenerys salva el día y consigue salvarlos a todos… a costa de uno de sus dragones. Es un recurso que Juego de Tronos que cada vez se está utilizando más y está perdiendo fuerzas, pero he de admitir que la batalla gana mucho más cuando Dany aparece arrasando el ejército. La caída de Jon al agua no fue tan dolorosa como ver caer al dragón.
Jon vuelve a quedarse atrás, como hiciese en la Batalla de los Bastardos. Parecía que deberíamos despedirnos de él hasta que Benjen reaparece y le salva la vida. Es tan importante, y a la vez pasa tan de largo, que me da pena que un personaje como él esté tan desaprovechado. Su marcha es tan insignificante, devorado por Espectros, que parece mentira que estemos hablando de Benjen Stark.
Invernalia
Mientras Jon y su suicide squad están cazando Caminantes, las cosas en Invernalia se ponen difíciles. En un mundo ideal las hermanas Stark se llevarían bien, se perdonarían afrentas pasadas y trabajarían juntas por el bien de su gente..pero esto es Juego de Tronos. La tensión entre Arya y Sansa crece. Ambas poseen una perspectiva diferente a la hora de entender el poder y defienden su manera de actuar frente a la otra. Miedo vs diplomacia; el estilo antiguo vs el método del sur.
Me resulta irónico que Arya, la aparentemente mujer empoderada, defienda sin pensar la legitimidad de su hermano frente a Sansa aun cuando no lo ha visto gobernar. Está obsesionada con la idea de que Sansa traicionó a su familia y que desea la muerte de Jon. Sin embargo, al igual que ella ha crecido y se ha convertido en nadie, Sansa también. Resulta inspirador ver a la mayor de los Stark cuadrarse frente a su hermana, decirle varias verdades y valorarse. Sansa jamás blandió un cuchillo, cometió decenas de errores, precipitó la muerte de su padre sin querer…pero aprendió de todos ellos y ha recuperado Invernalia de manos enemigas.
Veremos si en un futuro próximo es capaz de percibir lo que está haciendo Meñique con ella y Arya. Ojalá escuche a Brienne.
Rocadragón
Si en Invernalia se discute la dicotomía espada vs pluma, en Rocadragón el debate está entre instinto y racionalidad. La conversación entre Tyrion y Daenerys resulta estimulante, porque por primera vez se nos dice que, pese a ser inmune al fuego, Dany no es inmune a la muerte. ¿Qué pasa si ella perece? ¿Qué ocurre si muere antes de situarse la corona? El detalle de la referencia a la locura de los Targaryen es esencial, porque esta vez es ella quien responde a la duda de si la veremos perder la cabeza. Ella asegura que no, que hace lo que hace porque es necesario y que sí, pueden que sus acciones sean impulsivas, pero si piensa demasiado perderá.
Su marcha al rescate de Jon es el momento épico del episodio. Como ella misma dice, necesitaba ir más allá del Muro para conocer el horror y encontrar un motivo para acabar con ellos. Su última conversación con Jon, en la que se aprecia que hay algo entre ambos -¿amor fraternal? ¿Otro tipo de amor?- refleja el modo de pensar de la Khaleesi. Su anterior conversación con Tyrion, no obstante, debería ponernos en alerta. ¿Veremos morir a Dany en los próximos episodios, con Jon recogiendo su legado?
La semana que viene Jon y ella irán a vérselas con Cersei. Tras el Muro, el Dragón de Hielo se ha despertado y todo indica que los Caminantes están cada vez más cerca.