El futuro del DCEU cada vez parece más incierto. Tras el fracaso de La liga de la justicia, Batman V Superman y Escuadrón Suicida, Warner ha intentado renovarse una y otra vez. Su estrategia, centrada en separar los universos de cine y televisión, no parece haber cuajado en el público. Mientras Marvel expande horizontal y verticalmente su universo, Warner ha optado por crear dos líneas paralelas donde una triunfa claramente y otra no deja de tener altibajos. Las turbulencias dentro del estudio han provocado varias noticias preocupantes, como el retraso indefinido de la nueva de Batman o la salida de Henry Cavill de la franquicia en su papel como Superman.
Warner y DC se enfrentan a una nueva era forzados por las circunstancias. Esta nueva era tiene tres claros protagonistas: Aquaman, Flash y Wonder Woman. El ignorado, el puesto en duda y la salvadora. Respecto a los dos últimos no podemos decir mucho. De Aquaman todavía queda por ver lo que ha hecho James Wan con el personaje. El tráiler ha dejado a mucha gente sin nada que decir, algo que se puede interpretar tanto positiva como negativamente. Con Flash quedan pocas esperanzas de que lo veamos en solitario, visto lo visto. Los sucesivos cambios de guion, fechas y el ir y venir de rumores no aportan fiabilidad al proyecto.
Nos queda entonces Wonder Woman. Si hablamos de números, el estudio salvó los muebles gracias al tremendo éxito de la Wonder Woman de Patty Jenkins. El personaje recuperó su estatus de icónico y demostró algo que todavía no parece haber cuajado en Warner: hay que querer al personaje para hacerle una película a su altura. No sirve de nada cambiar de manos la dirección, probar suerte con los castings…si la persona que va a darle forma al producto no aprecia lo que está haciendo. Wonder Woman no es perfecta, pero se puede palpar el interés, respeto y cariño que Jenkins y su equipo pusieron en la película. Eso, se quiera o no, también lo percibe el público.
Esto se puede ver con el otro personaje que ha supuesto un éxito para Warner. La Harley Quinn de Margot Robbie, la cual ha tenido grandes ingresos en merchandising. El trabajo de Margot se ha visto recompensado en el boom cultural, ya que la película le hizo poca justicia. La actriz valora a Harley, se conoce su historia y ha sabido venderlo muy bien. Este boom cultural se ha traducido en la confianza de Warner para otorgarle una película en solitario, pasando a ser el primer spin-off del estudio desde que se estrenase El hombre de acero.
La respuesta del público ha sido positiva mayoritariamente, sobre todo tras saberse que Harley iba a estar acompañada por las Aves de presa. Aun no queda claro si el conjunto de estas Aves será el tradicional, con Catwoman, Hiedra venenosa y Canario Negro como principales personajes, o si introducirán nuevas heroínas. Sea como sea, este interés es sinónimo de algo: el público quiere ver a personajes que no sean los de siempre, y lo que es mejor, las superheroínas comienzan a tener relevancia.
En este contexto me es difícil imaginar por qué Warner querría seguir dándose contra un muro. Con la noticia de la llegada de Batwoman al Arrowverso, los fans enloquecieron. ¿Por qué? Pues porque Kate Kane supone la llegada de una mitología diferente, un enfoque distinto al del Guardián de Gotham que tantísimas veces se ha visto ya. ¿Por qué no apostar por Batwoman en solitario en el cine? No Supergirl, a quien el público ya identifica con Melissa Benoist, sino a una protagonista diferente. Si hablamos de Kryptonianas, me sirven para ejemplo Divine o Power Girl.
El universo de DC permitiría hacer películas con ellas al frente muy diversas. Algo que me encantaría ver es una historia de Linterna Verde con un escuadrón liderado por Brik, Katma Tui, Droxelle o Iolande, que explorase la mitología de las Green Corps. Si lo que se busca es una historia algo más dura y oscura, hay historias mucho más crudas que la de Bruce Wayne. Mia Dearden, mejor conocida como Speedy podría ser una brillante elección, al igual que la Cazadora Helena Bertinelli.
Una infinidad de posibilidades que por ahora Warner no se está planteando. Ni tan siquiera el éxito de Diana Prince ha parecido ser suficiente como para que el estudio deje atrás sus prejuicios. Sorprende que hayan decidido por una estrategia en la que pueden separar sus universos, para al final, explotar siempre a los mismos personajes. Habrá que ver si Marvel, después de Capitana Marvel, le ganará la delantera también en este aspecto.
pues va a ser que no eh!