Netflix ha anunciado hoy, como quien no quiere la cosa, que va a producir una serie sobre Memorias de Idhún, la mítica saga fantástica escrita por Laura Gallego considerada fenómeno literario. Minutos después de que la noticia comenzase a circular, las redes se llenaron de preguntas: ¿se trataba de algo real? ¿Había accedido la autora por fin a ceder los derechos? ¿Sería otro rumor sin fundamento?
Afortunadamente para los idhunitas, la noticia es muy real. 15 años después de La resistencia, el primer tomo de Memorias de Idhún, Netflix se encargará de su adaptación a serie animada. La ilusión no se ha hecho esperar. Las redes se han llenado de vítores de alegría por ver por primera vez una de las historias más importantes de la literatura juvenil patria llevada al audiovisual. Quién sabe, quizá se abre el camino para nuevas adaptaciones.
Por ahora se sabe muy poco acerca de ella: estará basada en la saga, tendrá un estilo de animación anime y beberá principalmente de los cómics. Eso nos deja espacio a la imaginación, así que me voy a tomar la licencia de dar 3 ideas acerca de lo que me gustaría ver en la adaptación de Memorias de Idhún.
Uno de los pilares fundamentales de Memorias de Idhún son sus personajes. A pesar de que la primera novela trate sobre la búsqueda del último dragón y el último unicornio para acabar con una terrible profecía, lo cierto es que es solo una excusa.
Lo trepidante y divertido de la saga es cómo se forjan las relaciones entre sus tres protagonistas, tanto entre ellos como con sus aliados y enemigos. En su momento, y para el target al que estaba dirigida, la novela innovaba en ciertas ideas al tiempo que las mezclaba con tropos tradicionales de las historias de aventuras. Esto la hizo tremendamente especial para un público joven sin muchas referencias nacionales en el género.
Sin embargo, ese público joven ha crecido –en algunos casos, literalmente- con las novelas y su sentido crítico también. Si Memorias de Idhún quiere apelar a esa primera base de fan que se atrevió a abrir la puerta por primera vez, se tiene que actualizar en ciertos temas, atreverse a abrazar aspectos sociales que han avanzado en nuestra sociedad, añadir cosas nuevas que han nacido dentro del género y, sobre todo, escuchar a sus fans.
Esto no quiere decir que se tenga que cambiar el contenido, eso jamás, lo primero es respetar el trabajo de Laura. A lo que me refiero es a profundizar en aspectos que la saga trata de refilón, sin pararse demasiado. Confío que la adaptación sepa eliminar algunas subtramas sin demasiado sentido y, además, sepa desarrollar ideas tan potentes como la ideología de Alsan y el conflicto que esto genera en su pupilo o la trama amorosa central y el rol de Victoria en todo ello.
Uno de los aspectos más increíbles de Memorias de Idhún es su worldbuilding. Laura Gallego creó un mundo al que no le falta detalle, repleto de Historia, costumbres, religiones, razas…En las novelas se pueden apreciar rasgos de todo ello, pero lo cierto es que se queda corta. De hecho, en un inicio se lanzaron agendas con datos acerca de Idhún y, posteriormente, una enciclopedia muy exhaustiva con todos los detalles que se pasan por alto durante la aventura de Victoria, Kirtash y Jack.
A título personal le pediría a la serie de Memorias de Idhún un mejor desarrollo del mundo mientras sucede la acción. Es decir, que se paren a explicar eventos históricos, folklore o ritos religiosos y así nos sumerja en el mundo tan fascinante que es.
Un ejemplo de cómo se puede desarrollar el mundo paralelamente a la acción es Avatar: La leyenda de Aang o Avantar: la leyenda de Korra. Incluso Juego de Tronos tiene espacio para definir cada lugar, convirtiendo Invernalia o Desembarco del rey en personajes dentro de la serie.
Si hay un aspecto de la saga que me frustró personalmente es que la música deje de ser un elemento importante en las tramas y, poco a poco, nos vayamos olvidando de Chris Tara. Sí, todo el mundo es consciente de la chifladura que supone eso de “estrella del rock de día, asesino despiadado de noche”, pero funciona tan bien en el primer libro que no parece que sea algo tan loco.
La música es lo que conecta a personajes tan opuestos como Victoria y Kirtash y lo que consigue unir a Victoria y Jack la primera vez que se pone a prueba su amistad. Sirve de hilo conductor durante La resistencia, sin embargo, una vez que pisan Idhún se olvida por completo.
En la adaptación de la novela, pienso que sería un acierto que se apostase por una buena selección musical y porque esta esté más presente en el futuro de la saga. Ya no solo con Chris Tara, sino en lo que supone el todo general. En nuestro país hay grandes compositores e Idhún se merece una BSO de esas que no puedes de escuchar en bucle.
¿Qué sugerencias harías tú? ¿Estás de acuerdo con lo que se propone?