Definición de 50 Sombras de Grey: 4,5 millones de entradas anticipadas vendidas en todo el mundo, 180.000 sólo en España y todo un evento cinematográfico que seguramente rompa las barreras del thriller erótico en Hollywood, no sólo por lo que es, sino por lo que empezarán a ser este tipo de producciones estadounidenses (léase como lo que es, un acto de beneficiencia para los ávidos seguidores del libro y al mismo tiempo una pantomima para todos aquellos que queremos disfrutar de una película y que con el trailer nos era suficiente).
La cinta era inevitable, las ventas del libro habían hecho a 50 sombras de Grey millonaria desde que el trailer comenzó a complacer a todos los lectores con la provocación necesaria para llegar a cifras verdaderamente exageradas en ventas de entradas. Y la película consigue su fin, satisfacer a su público mediante una Dakota Johnson incuestionable que lleva a la perfección el personaje, que le viene hecho a medida.
La química la marca de manera esencial el personaje de Dakota, pieza fundamental del casting para que la película funcione dentro de sus límites, porque 50 sombras de Grey maneja al espectador a base de clichés, desde el inerte multimillonario con oscuros deseos a la creciente personalidad de Anastasia desde que entra en ese edificio hasta decidir firmar el contrato.
La química entre ellos funciona, aunque eso sea decir mucho del maniatado personaje de Dornan y de su Christian Grey. La misión era clara y se manifiesta desde que la trama llega a su culmen, desentrañar esos 20 minutos de escenas sexuales que han hecho de esta historia un evento cinematográfico. Recrear letra por letra casi todas las escenas del libro ha engatusado también al público antes de que la película salga a la luz y si dos mas dos son cuatro, ya tenemos las cuentas hechas.
Sería muy fácil criticar 50 Sombras de Grey por su montaje, por la frialdad de Dornan o por llegar a ser divertida cuando debiera ser erótica. Pero al fin y al cabo nadie duda de que la idea era provocar, insinuar, complacer al lector y al menos el personaje de Anastasia y la interpretación de Dakota es el anillo perfecto para los cientos de millones que van a recaudar Grey y su habitación del miedo.
A pesar de romper con la pantomima habitual del sexo y el aburrido erotismo de muchísimas cintas, 50 Sombras de Grey tiene el éxito calculado en cada una de sus escenas, de principio a fin y saber hacer ese trabajo conlleva un mérito nada desdeñable, por mucha espuma que podamos acaparar en la garganta al final de la película.
Si vas con tu novia, intenta divertirte. Si has leído el libro, lo siento. Si todavía puedes buscar otro plan, cómprate una pizza y elige entre cualquiera de las 100 películas que estén echando en la tele ahora mismo y si realmente quieres ver un thriller erótico, por probar no vas a perder nada más que dos horas de vida en las que lo mismo te ríes y descubres a Dakota Johnson. Y sí, sé que la he repetido tres veces ya, pero para algo que he disfrutado en la película, qué mejor que remarcarlo hasta saciarme, que la película en ningún momento lo ha hecho.