Dando la nota aún más alto se estrenaba la semana pasada en nuestro país, alabada por los números conseguidos en Estados Unidos, donde ha sido éxito de taquilla superando a títulos como Mad Max Fury Road. Su primera entrega, Dando la nota, fue calando poco a poco en el público que la ha ido encumbrando como una de las películas teen de los últimos años.
A pesar de ser una historia situada en la Universidad, Dando la nota tiene cierto toque a película de instituto y por eso mismo, porque es consciente de su naturaleza y de lo que nos quiere contar y cómo, Dando la nota aún más alto funciona tan bien. Desde el minuto uno, la película dice a todo el mundo cómo va a ser, con un opening espectacular en el que hasta los mismísimos Obama se quedan ojipláticos.
El ritmo es frenético, e incluso algunas veces puede resultar agotador. Elisabeth Banks ha apostado por los números musicales a mansalva y a veces, hay algunos que podrían haber sido más cortos o directamente suprimidos porque son completamente prescindibles ya que no aportan nada a la trama. Aun así, no son del todo gratuitos y están muy bien formulados, habiendo números espectaculares, como la primera vez que vemos en acción a DSM.
Un punto a su favor, y parte de la responsabilidad de la fórmula de Dando la nota, reside en su cast. El reparto tiene química en pantalla y fuera de ella y eso se nota. Esta segunda parte se centra más en los personajes, en la propia destrucción del grupo que está por venir por lo que conocemos un poco mejor a todas, pese a que siga faltando un poco más de profundidad en el personaje de Chloe (Brittany Snow). Las hay que apenas tienen dos líneas de guion pero que con ellas, son suficientes para intuir cómo son y cuáles son sus roles. E incluso la nueva incorporación, Hailee Steinfeld, está completamente integrada.
Los momentos de grupo son conmovedores y muy bien rodados, donde disfrutamos de la sintonía de las Barden Bellas. Pero ellas no son solo el grupo que funciona. Los alemanes son la guinda de la película, con unos líderes repletos de carisma que roban las escenas. De destacar es cómo se las ingenia el guion para eliminar la rivalidad competitiva entre ambos grupos así como también es muy positivo cómo se ejecuta el eje de la película, siendo siempre el objetivo mantener a las Bellas unidas.
Otra cosa que a mí personalmente me gusta, es que las chicas tienen parejas pero éstas no son el centro. Jessie (Skylar Astin) que en la primera cinta tenía un protagonismo equitativo al resto, se ha quedado relegado atrás porque no es necesario motivo de conflicto para Becca y el grupo. Me parece un gran acierto que la pareja de esta segunda parte sean Bumper (Adam DeVine) y Amy (Rebel Wilson), son el gran alivio cómico de la saga y en ésta están sumamente bien aprovechados, llegando a tener demasiados minutos en pantalla.
En definitiva, Dando la nota aún más alto es una buena segunda parte, que aporta cosas distintas que su predecesora y que por ello funciona bien como película independiente. Pese a ser muy parecida a la primera en cuanto a esquema, Elisabeth Banks ha hecho un buenísimo trabajo para encontrar su voz y regalarnos una buenísima comedia.