"Julieta" representará a España en los Oscars

Finalmente la Academia ha pensado con la cabeza y aprendido de errores pasados y ha elegido la candidata con mayores posibilidades de lograr la nominación. Julieta (2016), vigésimo trabajo de Pedro Almodóvar, se ha impuesto a La novia (Paula Ortiz, 2015) y El olivo (Icíar Bollaín, 2016) como la representante de nuestro país en la carrera por el Óscar a la Mejor película de Habla No Inglesa. De entrada hay que dejar de lado el debate sobre la calidad de las propuestas porque eso no es, lamentablemente, lo que aquí importa. Habrá gente, como el arriba firmante, que prefiera La novia antes que Julieta. Habrá quien diga que Almodóvar y Ortiz han hecho un cine artificioso y nada emotivo, y que por ello se quedan con la espontaneidad de El olivo, una cinta que es todo sentimiento. Y las opiniones son válidas, pero desde el punto meramente práctico, Julieta es la mejor opción sin duda. Sería la 20ª cinta española en colarse en el quinteto, y la 5ª ganadora si triunfara.

España lleva desde 2004 sin meter una película en dicho quinteto, cuando Alejandro Amenábar no sólo llegó sino que ganó con la estupenda Mar adentro. Y es que El laberinto del Fauno (Guillermo del Toro, 2006), la oscarizada El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009) y Biutiful (Alejandro González Iñárritu, 2010) eran co-producciones, pero concursaron por México y Argentina, así que no cuentan. Cierto es que ha habido múltiples ganadores y nominados de nuestro país en estos doce años (Montse Ribá y David Martí, Pilar Revuelta, Javier Bardem, Penélope Cruz, Alberto Iglesias, Javier Mariscal, Esteban Crespo, Paco Delgado), pero la terna de marras se nos resiste, a pesar de propuestas tan sólidas como Loreak (Jon Garaño & Jose Mari Goenaga, 2014), Pa negre (Agustí Villaronga, 2010) o Celda 211 (Daniel Monzón, 2009). Pero es que en esta carrera, en la que recordemos más de 150 películas se disputan un puesto en un grupo de cinco, cuenta mucho más que el talento. Cuentan los argumentos relumbrones, la originalidad de las propuestas, el prestigio crítico adquirido a lo largo de los meses y también los responsables de cada proyecto, tanto en el equipo artístico como en el técnico.

Como es bien sabido, Pedro Almodóvar es el cineasta español más famoso del mundo. Le pese a quien le pese, guste su cine o no, lo que ha logrado a base de talento y un poco de olfato para la parte del marketing es increíble. De convertirse Julieta en nominada, sería su tercer trabajo en lograrlo, tras Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) y Todo sobre mi madre (1999), que le dio su primer galardón y dejó un momento histórico con la reacción de Penélope Cruz al ver que su amigo era el vencedor. Además, y sigue lo histórico, por Hable con ella (2002) se llevó el Óscar al Mejor guion original –categoría en la que ningún español lo había logrado a pesar de algunas nominaciones para Jorge Semprún y Luis Buñuel– y estuvo nominado como Director. ¿Por qué no estuvo entonces el film en la categoría de Habla No Inglesa? Porque la Academia pensó que Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002) tenía mejores posibilidades. Sin comentarios. Fuera de los Óscar, el director también ha logrado llegar donde pocos lo han hecho en los BAFTA o los Globos de Oro, donde sus películas suelen estar presentes año sí y año no.

Como ha dicho el propio cineasta minutos después de conocerse el nombre de la cinta elegida, de aquí a diciembre le espera una intensa campaña de promoción en Estados Unidos, ya que imaginamos que El Deseo también tratará de que la música de Alberto Iglesias o el Almodóvar director y guionista –que adapta tres relatos de la canadiense Alice Munro, premio Nobel por el que Sarah Polley optó también en 2006 al Mejor guion adaptado con Lejos de ella (Sarah Polley, 2006)– reciban menciones. Hay precedentes. Y el manchego sabe la importancia de la promoción en estos temas, porque su equipo monta unas campañas de entrevistas con sus elencos cada vez que estrena una película que es digna de estudio. Como último elemento a su favor para asegurar el puesto de Julieta entre las cinco elegidas, recordemos que éste iba a ser su debut en inglés y que había llegado a contactar a Meryl Streep para dar vida a Juliette, pero lo deprimente del paisaje canadiense y sus confesos nervios como el obseso del control que es ante la perspectiva de rodar en otro idioma y perderse cosas por el camino, además de diferencias en las idiosincrasias americana y española, terminaron de disuadirlo de quedarse en España.

En su contra jugará el escándalo de los papeles de Panamá que estalló días antes del estreno de la película en España el pasado abril, y que no sería la primera vez que todo apunta a su candidatura pero finalmente ésta no se produce. En 2006 todo el mundo daba por hecho que Volver (2006) sería postulante al Óscar y que la idea de Penélope Cruz como la primera actriz española en recibir la mención era casi imposible, pero las tornas se giraron y así fue la cosa. Queda mucho tiempo hasta que sepamos si Pedro Almodóvar será el representante español en la fiesta del cine más famosa del mundo, pero el primer paso está dado. Y Julieta tiene serias posibilidades.