Pedro Almodóvar, que hace unas semanas compitió en Cannes con su obra maestra Dolor y gloria (2019) tras un exitoso estreno de crítica y público en España, será honrado junto a Julie Andrews con el León de Oro de Honor a toda una carrera en la nueva edición del Festival de Venecia, que comenzará a finales de agosto.
El cineasta, que debutó precisamente en un festival internacional en Venecia con Entre tinieblas (1983), ha expresado su emoción al recibir la noticia, y sumará este premio a su creciente lista de trofeos nacionales e internacionales, empezando por dos Oscar -incluido el de Mejor guion original, una hazaña muy destacable-, Mejor guion y Direccion en Cannes (por películas distintas), Baftas, Césars, EFAs, multitud de Goyas y premios honoríficos varios.
Con el anuncio, Almodóvar cimienta aún más su estado de autor español más internacional, conocido y admirado en medio mundo con una obra siempre personal, sin concesiones a la galería y un sistema de producción propia que le permite operar de esta forma. Y también criticado y atacado por un cine que no ahorra momentos de impacto y por ser el mismo cineasta un generador nato de titulares críticos, ya sea con la industria cinematográfica o con la política española.
De hecho, el director del festival, Alberto Barbera, le ha definido en nota de prensa como "un cineasta que ha ofrecido los retratos de la España post-Franco más complejos, controvertidos y provocativos". Y razón no le falta al italiano, ya que la obra del manchego está situada en su totalidad en nuestro país.
Con 21 largometrajes y 69 años, Almodóvar no da signos de querer parar de hacer cine, y es que desde que debutara en 1980 ha estrenado cada 2/3 años siempre un nuevo largometraje, además de producir el trabajo de cineastas como Lucrecia Martel, Isabel Coixet, Guillermo del Toro o Damián Zifrón, entre otros/as, circunstancia por la cual también ha recibido premios y nominaciones varias.