Lo mejor y lo peor de las nominaciones a los Goya 2020
Adrián González Viña
Han pasado unas horas desde que se anunciaran las nominaciones a los Goya 2020. Y tras repasarlas bien y hacer un poco de reflexión, la sensación que dejan es agridulce, como suele pasar siempre con estos premios. Cosas criticables conviven con estupendas sorpresas. Y de eso pasaremos a hablar a continuación. Con el riesgo, eso sí, del déjà vu constante. Porque nadie aprende, parece ser.
LO MEJOR
Las nominaciones para Lo que arde, o constatar de que la Academia se fija de tanto en cuanto en el cine fuera de lo comercial y el emporio de las cadenas de televisión.
La presencia de mujeres directoras en las tres categorías de cortometraje. Apunta a un futuro mejor para la industria.
El reconocimiento de propuestas más inusuales a lo habitual como Ventajasde viajar en tren o El hoyo, además óperas primas.
LO PEOR
La concentración de candidaturas en las mismas cintas. O votar en bloque a cada terna de Dolor y gloria, Mientras dure la guerra o La trinchera infinita.
La ausencia generalizada de mujeres en muchas categorías. Una directora novel, una guionista y solo una de cuatro o ninguna en muchas "mejor película".
Las trampas en las categorías interpretativas. Penélope Cruz no es la protagonista de Dolor y gloria. Nathalie Poza apenas sale 15 minutos en Mientras dure la guerra. Ahí podrían haber entrado, por ejemplo, Pilar Castro o Antonia San Juan.
El ya recurrente chiste de Antonio de la Torre, Luis Tosar, Cruz y, como siga así, Natalia de Molina como perennes nominados/as.
Estas ideas, que podrían ser más pero algunas merecen más profundidad, no buscan criticar la calidad de las cintas que sí han llegado o hacer que parezca que no hay más trabajo por delante. Más bien son pensamientos extremos que buscan romper cargas y reconocer méritos de una industria que, el 25 de enero, se reunirá en Málaga para celebrar el cine español.