Esa quedada con amigos para ver Eurovision no es más que un ejemplo de lo que hace el espectador al enchufar Netflix para buscar una de las comedias que funcionan año tras año, una jugada constante que parte del reciente estreno de la película de Will Ferrel para buscar muchas más canciones en la misma plataforma.
El momento musical siempre va acompañado de palomitas, de espectáculo y de una cantidad ingente de canciones que en multitud de ocasiones se nos quedan grabadas en la memoria, algunas durante unas horas, otras unos años, pero siempre con un denominador común, el buen rollo.
Hasta Coco cumple esas expectativas a pesar de estar en el polo opuesto. Musicales hay muchos, estilos totalmente enfrentados en tipos de música, pero ese plus en el que se pone por delante el primer plano de la banda sonora ejerce una sensación inédita y ahí es donde apretamos hasta conseguir cinco títulos conocidos, de esos que volverás a ver el día de mañana otra vez.
El cine tiene tantas aristas como películas y precisamente en ese tono se enmarca también el del entretenimiento algo banal que se te olvida en unos días, pero que en años querrás volver a repetir para recuperar esa sonrisa. Eso logra Will Ferrel con una peli emocionante, repleta de gags y que recrea ese momento grouppi que muchos preparamos en casa cada año con Eurovision.
El recorrido de los Javis en su primera película les dio el salto definitivo para confirmar que su llamada era mucho más que una obra de teatro trasladada al séptimo arte, era un alzamiento para cambiar las reglas y funciona con una historia sencilla, juvenil y con una verdad exprimida al máximo gracias a un reparto excelente.
El simpático musical de ABBA es una oda a la felicidad, un rato de buen rollo produce un cóctel de verano sencillo, rápido de consumir y que te devuelve a cada una de las canciones del grupo sueco cada tres escenas. Si te enganchas a su ritmo, es contagioso aunque seas consciente de que no es la típica que cambiará la historia del cine.
Pixar es el rey de la animación y Coco una de las joyas de su corona, una majestuosa obra en tierras mexicanas que sobrecoge, enternece y te lleva a lugares recónditos en la emoción como pocas películas en la última década. Una carta de amor a México, a su música y a su historia.
El historial de Luhrmann con el pasado de Moulin Rouge da un vuelco para construir en este The Get Down la cultura pop de finales de los 70 en la Nueva York más oscura. A modo de serie y con 11 episodios, cuenta el inicio del hip-hop, su transición hasta hacerse popular y lo hace con una historia ágil que va a más con cada episodio.