[Crítica] El Ministerio del Tiempo 1x02: "Tiempo de Gloria"

La semana pasada, la nueva apuesta de TVE sorprendía a la audiencia con un buen inicio de El Ministerio del Tiempo, serie española que aborda la espinosa trama de ciencia ficción de los viajes temporales y entrelaza diferentes épocas, personajes y eventos históricos. Y además lo hace con un guión de calidad, mucho humor y sin fisuras importantes, precisamente uno de los problemas más graves que acarrea la creación de tramas con viajes temporales.

Ya explicamos con nuestra crítica del primer episodio de que va la serie, pero a modo de resumen, y sin entrar en detalles de la trama, la historia órbita sobre tres agentes que deben viajar a diferentes épocas de la historia de España (y sólo a zonas que en algún momento histórico han pertenecido a España, puesto que el resto del mundo está fuera de su competencia) y asegurarse de impedir sabotajes que puedan cambiar la historia. Estos agentes son Julián Martínez, un sanitario que se topó con personajes que habían escapado de su época; Amelia Folch, una de las primeras mujeres en entrar en la Universidad de Barcelona en el siglo XIX y Alonso Entrerríos, soldado de los Tercios de Flandes perteneciente al siglo XVI.

En el segundo capítulo, los protagonistas viajan a Lisboa, concretamente al año 1588, con el fin de evitar que el famoso y mujeriego escritor Lope de Vega embarque en el navío equivocado de La Armada Invencible, y así garantizar su supervivencia en la guerra. No sólo tendrán que encontrarlo, también deberán con lidiar con nuevos problemas al descubrir que uno de los alistados para la guerra ha tomado el mismo nombre que Alonso, quien históricamente fue ajusticiado diecisiete años antes.

Aparte de las numerosas y obligadas referencias históricas, muy bien documentadas y traducidas a nivel audiovisual, el guión está cargado de humor, bien implementado y con sentido dentro de la trama y de cada personaje. El resultado es muy prometedor: personajes con fuertes valores morales, una fuerte auto crítica hacía España y un desarrollo interesante, centrados en sus personajes y en lo que piensan. 

La manufactura audiovisual cumple su cometido, ya que aunque se aprecie a simple vista la existencia de cromas y imágenes superpuestas en algunas tomas, no queda demasiado forzado ni molesta a la vista. Aún sin contar con presupuestos elevados, la serie está muy bien organizada a todos los niveles. Y eso incluye las interpretaciones, muy creíbles y correctas. Destaca la interpretación de Nacho Fresneda en su papel de Alonso, y muchas veces parece el Alatriste que realmente nos merecíamos para una ficción española. Su interpretación consigue que realmente sintamos que es una persona de otra época.

El resultado con este segundo capítulo es que mantiene el tipo, con una serie de contrastes y bien equilibrada para todos los públicos, si bien no cuenta -aparentemente- con figuras antagonistas importantes y las tramas son autoconclusivas, a la espera de que eso cambie en alguno de los seis episodios que aún quedan de esta primera temporada.

Quizá no fue del todo un acierto pasar la emisión del martes al lunes, ya que eso ha llevado a una disminución de audiencia respecto al primero. Pero, desde luego, El Ministerio del Tiempo bien merece una oportunidad, ya no sólo por su contenido didáctico, sino porque es un buen producto de entretenimiento.Y atención al tercer capítulo, que prometerá llevarnos a la España de la Segunda Guerra Mundial y al peligro de que se vea implicada en ella. Hasta el mismísimo Hitler hará un cameo.