El documentalista Alex Gibney se estrena en ficción con Billions
Las cuentas de redes sociales de aquellos que trabajan en el mundo del espectáculo pueden ser una mina de información para los que adoramos los detrás de las cámaras y las curiosidades. También un pequeño hervidero de exclusivas, de informaciones que se dan en primicia y que con la voz bajita pueden ser más que interesantes. Brian Koppleman, co-creador de Billions (2016-) junto a David Levien y Andrew Ross Sorkin, está usando sus cuentas de Twitter e Instagram para deleitar a los seguidores de su notable drama financiero con algunos detalles e imágenes de la nueva temporada, en pleno rodaje desde principios de julio y cuyo estreno está previsto para enero de 2017. Gracias a esto sabemos que entre los directores de esta segunda temporada, que se encuentra estos días en pre-producción de la cuarta entrega, está el documentalista Alex Gibney, que tras más de treinta años dirigiendo documentales para cine y televisión (suya es la famosa exploración de la Cienciología que HBO emitió el año pasado o la película que explicó en 2005 la caída de la empresa Enron), ha decidido debutar en la ficción con el tercer capítulo de la temporada.
Junto a él, por el momento, están Reed Morano y la pareja Anna Boden & Ryan Fleck, que ya dirigieron el undécimo de la primera tanda. Billions tiene una interesante cantera de directores, entre un piloto obra de Neil Burger, director de El ilusionista (2006) y entregas firmadas por Karyn Kusama –La invitación (2015)–, Michael Cuesta –Matar al mensajero (2014)– o James Foley, en su último trabajo antes de encargarse de las dos secuelas de la saga de las 50 Sombras. Se creía que el primer proyecto en narrativa no-real de Gibney iba a ser el piloto para HBO de una serie sobre una psiquiatra que trabaja con los presos en el corredor de la muerte, con Laura Dern de protagonista y productora y que se anunció en febrero de este año. O quizá el largometraje The Action, escrito por Scott Z. Burns y que trata sobre el famoso robo real de material de vigilancia por un grupo de activistas en 1971, que exponía las paranoicas prácticas de J. Edgar Hoover como director del FBI. Destacar que Gibney ganó un Óscar en 2008 por el documental Taxi al lado oscuro (2007), que exponía las torturas de Estados Unidos a los prisioneros durante la Guerra de Afganistán.
El cineasta es el último de la larga lista de directores que desarrollan buena parte de su carrera en el género documental antes de empezar a dirigir también proyectos de ficción, ya sea de forma esporádica (la comedia Operación Canadá (1995) de Michael Moore) o fluctuando sin problema, como Wim Wenders, Martin Scorsese o el español Fernando Trueba. Que Gigney comience con un episodio de televisión en premium cable no es mala idea, porque podrá trabajar con muchos medios y cierta libertad, y aprenderá a lidiar con actores y un plan de producción ajustado. En resumidas cuentas, esa es la parte más común del trabajo de un director en ficción.