Si algo ha demostrado el binomio DC/CW es que saben cómo realizar crossovers. Desde que comenzase The Flash estos se han sucedido a lo largo de las temporadas, siendo el más recordado, esperado y admirado el que se produjo hace unos meses, cuando a Flash y a Arrow se les unieron los Legends y Supergirl. Todo un festival de efectos especiales y puro entretenimiento que dejó a los fans más que satisfechos. Sin embargo, me atrevería a decir que el mejor crossover de The Flash se ha emitido esta semana. Sí, estoy hablando del episodio musical.
Cuando Melissa Benoist fue escogida como la protagonista de Supergirl, los fans han esperado con ansias verla cantar junto con Grant Gustin, el actor que da vida a Barry Allen. Ambos trabajaron anteriormente en Glee, la serie musical de Ryan Murphy & co., por lo que no es extraño que se creasen estas expectativas en torno a ellos.
El primer crossover de The Flash y Supergirl decidió irse por otros derroteros, funcionando más bien como una inyección de audiencia en la recién trasladada ficción. Tanto Gustin como Benoist demostraron una química infalible en pantalla, por lo que si el experimento había funcionado una vez, ¿por qué no repetirlo? Y, ¿por qué no hacer aquello que los fans ansían ver? Greg Berlanti, que es un showrunner que conoce a su público, se lió la manta a la cabeza y aceptó la propuesta. ¿Resultado? Duets, el primer crossover de The Flash y Supergirl musical. Digo primer porque me da que no será el último.
Pese a ser un mero episodio transitivo cuya función es encandilar a su audiencia, Duets es un poco más. A diferencia del primer crossover entre Barry y Kara, en este los sucesos que acontecen dan un impulso a la historia.
Por un lado, Barry cambia el futuro sin darse cuenta y sin obsesionarse demasiado con ello. Music Meister, el villano más ‘blandito’ de cuantos han pisado Central City, es capturado sin demasiado esfuerzo. Posiblemente ningún titular lo recoja. De igual forma, el tira y afloja entre él y Iris se soluciona del todo, así como el trauma de Wally… Es decir, todos los conflictos creados en los último cuatro, cinco episodios, se solucionan en 45 minutos. Esto es algo a agradecer porque The Flash tiende a estirar demasiado los problemas, sin darles una solución clara.
Por el otro, Kara perdona a Mon-El y supera ese bache emocional. Si en The Flash quedaba algo apresurado el cierre de tramas de cara a la recta final, en Supergirl queda peor aún. Kara ha necesitado solo de un episodio para reflexionar sobre su férrea moral, perdonar a Mon-El y volver a ser la misma chica enamorada. ¿Dónde queda el carácter del personaje?
Sinceramente, me hubiese gustado ver a una Kara dividida entre sus valores y sus emociones, intentando equilibrar por el camino su relación con el daxamita. Si Star-Crossed, el anterior episodio de Supergirl, se hubiese emitido hace unas semanas, la redención de Mon-El hubiera quedado más creíble y a tono con la personalidad de la superheroína.
Francamente: perfecto. Duets es un ejemplo de cómo ejecutar un musical en un episodio de serie de televisión. Se nota que las manos que han manejado ese guion –a nivel de dirección, podría haber sido incluso más espectacular– saben del tema, o al menos, conoce las claves de cualquier buen musical que se precie. Las referencias, las canciones… todo está medido muy bien, convirtiendo a Duets en un episodio realmente disfrutable. Si además, como en mi caso, ambos géneros te apasionan, te lo pasas pipa.
De las canciones escogidas poco puedo decir, a excepción quizá de Super-Friends. El estilo, humor y saber hacer de Rachel Bloom & co. es palpable en esta cómica canción que aporta un dinamismo diferente al episodio y que demuestra, una vez más, que Gustin y Benoist se lo estaban pasando fenomenal tras las cámaras.
En cuanto al reparto de voces, se agradece que tanto Kara como Barry hayan tenido un solo –¡y qué solos!–, aunque me hubiese gustado oír más a Darren Criss. Su fichaje era el homenaje definitivo al pasado televisivo de sus protagonistas, y pese a que está bien como Music Meister, apenas entona dos notas. De igual forma pienso que se desaprovecharon un poco las voces del resto del cast. ¿Habéis oído cantar a Jeremy Jordan? De veras, no sé cómo teniendo a uno de los mejores actores de Broadway en su haber, el episodio no lo ha explotado más.
Gustos personales a parte, Duets funciona en todos los aspectos posibles. El motivo por el cual todo es un musical quizá flojea –bastante- pero acabas pasándotelo tan bien que ni siquiera importa. Ver además a Cisco con Martian Manhunter y Kid Flash capturando villanos es fascinante.
Creo que la crítica es demasiado subjetiva. Me gusta bastante la serie, pero honestamente no creo que haya sido un episodio muy potente. Fue bonito, sí. Pero un gran episodio, no lo creo. Y lo que en realidad me molestó fue ver a Grant Gustin cantando, porque el doblaje es demasiado evidente. Ni siquiera entraba bien en las canciones. En el resto no se notaba, pero en el si y mucho. De todos modos siempre es entretenido ver un crossover en las series de DC, pero por más que me guste la serie debo ser honesto. Saludos.