Los horarios de comienzo de un contenido, al menos en la televisión en España, son algo variable. Pese a que los espectadores se quejan y quejan en redes sociales o por los cauces oficiales -el Defensor del Espectador-, las cadenas hacen esencialmente lo que desean en este asunto, y aunque anuncien el comienzo de un programa, película o serie para una hora determinada, esto se incumple con impunidad. La publicidad, el alargar el programa anterior o -en caso de las series- las recapitulaciones son las armas más frecuentes para esto, que además se usan en ocasiones pensando en la competencia. Algo similar a lo que pasó en la segunda temporada de El Ministerio del Tiempo (2015-).
El internado (2007-2010) llegó a ver retrasado su comienzo en ocasiones hasta media hora si en otra cadena había un partido de fútbol que iba a la prórroga o penaltis, y la reciente y excelente Sé quién eres (2017) tenía limpios retrasos de hasta 15 minutos si en Gran Hermano VIP estaba pasando algo en directo interesante o polémico. En ocasiones, sobre todo en la televisión pública, se empieza con puntualidad, sobre todo porque no hay anuncios con los que retrasar el comienzo del programa siguiente.
Para la nueva temporada de El Ministerio del Tiempo, que se estrena este jueves día 1, se ha puesto de hora de comienzo las 22:40, después del programa Hora Punta (que al ser en directo tiene riesgo de alargarse). Pero probablemente no comenzará a esa hora el episodio, sino un resumen de la temporada anterior. Resumen que se con el paso del tiempo se hará cada vez más y más largo, porque irán sucediendo cosas importantes en los capítulos que se irán incorporando. La gracia es que muchas series americanas hacen lo mismo, pero sus recapitulaciones no superan los dos minutos. Lo más molesto de la situación, para los que disfrutamos viendo la serie en directo por la televisión, es que no podemos encenderla cinco/diez minutos más tarde para no ver ese molesto avance porque no querremos arriesgarnos a que éste no se produzca o sea más corto. Así que parece que habrá que sufrir un poco.