Cuando se anunció la lista de directores de la séptima temporada de Juego de tronos (2011-), que recordemos se estrena el 16 de julio, un nombre llamó la atención para los fans de la serie que nos fijamos en los detrás de las cámaras. Alan Taylor dirigiría el penúltimo de los nuevos siete episodios. Taylor, ganador de un Emmy como director por la última temporada de Los Soprano (1999-2007), entró a trabajar en Juego de tronos en la primera temporada, encargándose de los dos últimos capítulos, y dejó tan satisfecho a todos los implicados en la serie que se convirtió en el director/productor en la segunda, encargándose de cuatro de las diez entregas.
Ser el director/productor de una serie es un trabajo complicado, pero hacerlo en Juego de tronos es una experiencia el doble de exigente, porque implica viajar con frecuencia a los diferentes lugares donde se rueda todo y coordinar y guiar al resto de directores de la temporada. Dejó Juego de tronos cuando Marvel le fichó para encargarse de Thor: El mundo oscuro (2013), trabajo que seguro que consiguió en gran parte por la pericia demostrada en el exitoso producto de HBO, y después pasó a otra franquicia con Terminator: Génesis (2015), donde se reencontró con Emilia Clarke.
Tras la decepcionante recaudación de ésta última su futuro en el cine es algo incierto, así que tampoco sorprende que haya regresado a la serie, aunque puede que sea algo puntual. Todavía se desconoce la lista de directores para los últimos seis episodios, que recordemos pueden que no lleguen hasta 2019, pero está claro que Taylor es uno de los nombres clave dentro de la parte técnica de Juego de tronos. Y el hijo pródigo vuelve a casa.