[Crítica] Juego de Tronos: 7x01: "Dragonstone"
"Di que el Norte no olvida, el invierno ha llegado a la Casa Frey". Pocos inicios han sido tan impactantes como este comienzo de séptima temporada con Dragonstone, una auténtica declaración de intenciones del inicio de la Guerra múltiple que se espera en Juego de Tronos con escaramuzas inesperadas. La inesperada y rápida aparición de Arya no hace más que adelantar todos los acontecimientos en Westeros, porque ninguna región parece estar a salvo una vez los caminantes blancos traspasen el muro, porque todo indica a que lo harán más temprano que tarde.
Habitualmente la llegada de una nueva temporada contextualiza en exceso a los personajes en su lugar, pero en esta ocasión Benioff y Weiss han mostrado las primeras armas de lo que será el principio del fin: Sed de venganza, guerras hasta en tres frentes, los caminantes avanzando y la aparición de Euron, que puede ser la piedra angular de la destrucción en esta ocasión.
El recuerdo y la venganza del Norte muestra en Arya a una combatiente que piensa más en Desembarco que en Invernalia. Su "deja vivo a un lobo y las ovejas nunca estarás a salvo" no desvela una ilusión escondida por reencontrarse con su familia, más bien por eliminar cuantos nombres queden de esa eterna lista que siempre reina Cersei, la reina de los tres reinos.
Y sí, el Rey Loco parece haberse personalizado en el carácter de Cersei. La comparación es inevitable y Jaime es el punto de inflexión...y ya era hora, parecía que necesitaba tres hijos caídos para darse cuenta de la locura de su hermana. Esa sensatez tampoco le ha sacado nunca de luchar por su escudo y solo hay que recordar los tráilers de la temporada que acaba de estrenarse, pero sí el cambio sí es radical.
El fuego, Clegane, todo está en el fuego
Parece difícil que con todo lo que se plantea en Dragonstone la presencia de Dondarrion, Thoros y Clegane sea de las más potentes del episodio, pero sin duda lo es. Todo lo presentado (Daenerys, caminantes blancos, Jorah, Desembarco, Euron...) no es más que un primer paso para la acción, pero en ese fuego, en esas tumbas y en la creencia perdida de El Perro está gran parte de lo que sucederá en el Muro. Aunque sea imposible de imaginar, Bran podría tener compañía.
Rey y reina, pero hermanos. Jon Snow y Sansa Stark dominan el Norte a dos voces y con diferencias, empiezan a recordar lo que eran sus 'padres' en el inicio de Juego de Tronos. Sin embargo el siempre ganador del Juego de Tronos, Meñique, lo dice todo con sonrisas, con dos gestos ante Sansa y con una intención que ella misma sabe y que esconde un futuro incierto en el que él siempre sobrevive, es imposible imaginarlo de otra forma.
El momentazo Ed Sheeran y los amables soldados Lannister con Arya o la instantánea aparición de Jorah le dan mucho brillo a un episodio que tenía que terminar de cualquiera manera con Daenerys, con sus dragones y con el ansiado regreso a Rocadragón. La integración del escenario es de las más espectaculares vistas hasta ahora y eso ya es decir hablando de Juego de Tronos. La recreación y la ambientación del hogar de los Targaryen es sin duda el punto fuerte de cierre, no los dragones ni el fuego, la añoranza de esa guerra presente en habitaciones que ahora vuelve a ponerse en marcha para recuperar la gloria perdida.