este artículo contiene spoilers
Para muchos era la escena más deseada como espectadores de Juego de tronos (2011-), y una sobre la que insistían una y otra vez: dragones en acción. Durante varias temporadas se ha visto crecer a los bebés de Daenerys Targaryen, viendo cómo se revelaban, sufrían y protegían a su madre. En el episodio 64 de la serie por fin se vieron como tantos querían: en acción en medio de una guerra. No es la primera vez que veíamos a una de las criaturas en acción, pero sí de esa forma, con Khaleesi en su lomo y como avanzadilla de un ataque dothraki, para más inri reuniendo en escena a Jaime y Daenerys por primera vez, y con un reencuentro fraternal a segundos de tener lugar. Y no decepcionó: los poco más de diez minutos de escena son ya antológicos, y de lo más satisfactorios.
Y lo más curioso es que esa satisfacción como espectadores no solo se experimentó en ese momento, sino durante todo el episodio. Dicho de otra forma, parece que 'Botín de guerra', escrito por los creadores David Benioff & D.B. Weiss, está hecho para ser uno de, sino el más, satisfactorio de los capítulos de Juego de tronos. Desde su arranque y hasta el clásico cliffhanger que despide unos ajustadísimos 46 minutos de metraje, ha sido una colección de escenas deseadas durante toda la serie.
La llegada de Arya a Invernalia, por ejemplo, ha sido (casi) todo lo ideal que uno podría haber soñado, cargada de sentido del humor ("Nadie", responde a Brienne, un chiste que sólo los espectadores podemos coger), emoción y nostalgia. La reunión con Bran y Sansa, así como el traspaso de la célebre daga, no decepcionaron. Y como colofón, un vibrante combate con Brienne bajo la atenta mirada de Meñique, que entre Bran y Arya tiene ya dos fuentes en contra. Su fin parece cercano. En esas mismas secuencias de Juego de tronos comprobamos que la frialdad de Bran tiene una razón de ser, ya que lleva el peso del mundo en sus hombros, y ya no es Bran Stark sino mucho más.
Otro reencuentro amargo pero satisfactorio fue el de Jon y Theon, que se dejan las cosas claras y nos encanta porque remite a la propia intrahistoria de la serie. Momentos antes de ese encuentro se han producido un par de hilarantes chistes sexuales, entre Missandei/Daenerys y Davos/Jon. Ese tipo de comentarios siempre funcionan porque humanizan a los personajes y encima aluden al incesto que sería la relación entre Jon y Daenerys, algo de que de nuevo los personajes no saben. De principio a fin, parece que el capítulo quiere deleitar a los fans de Juego de tronos, descubriendo secretos como el de la antigüedad de los Caminantes Blancos y satisfaciendo a los que claman más acción y menos conversación. Objetivo logrado para una entrega redonda.
Pero Danerys quemó el botin!!! y que paso con el papá de SAM?