Cuando la guerra queda a un lado y deja paso a la negociación, Juego de Tronos multiplica la información que desprende y este Guardaoriente es un cúmulo de novedades que no tiene fin y que recupera el halo de muchos personajes 'perdidos' a la vez que alimenta la aparición de otros muchos, sin dudas un capítulo con muchas más preguntas que respuestas en el que es difícil priorizar. ¿Gendry, Jon Targaryen, el nuevo Lannister, Meñique o el All-Star en el Norte?
Si algo desprende este 7x05 es que es una apisonadora. Escenas potentes, relevantes en la trama y que ejercen un cambio en el flujo de los acontecimientos en todo Poniente de las que se puede sacar una conclusión muy clara, la guerra queda paralizada en pos de un armisticio que no es tal y difícilmente veamos conflictos a corto plazo, por lo que las dos grandes batallas parecen quedar directamente para la octava temporada. ¿Por qué? El episodio lo cuenta al detalle y por eso lo analizamos con cada historia.
La pelea por el trono queda a un lado a pesar del fuego de Drogon y es que el nuevo Lannister en camino le da perspectiva a la visión de Cersei de cara a ganar una guerra que ahora ve imposible. Desembarco era el único punto por convencer para combatir a los caminantes blancos y esta estrategia hace incluso imaginar que todos puedan unir fuerzas para machacar al Rey de la Noche, algo inimaginable.
El episodio es muy completo. Con el sabor a sangre, la rapidez que le dan tantas tramas a la historia es necesario, aunque se comience con mal pie. La no explicación de cómo Bronn y Jaime sobreviven en un riachuelo a todo un ejército dotrhaki, a Daenerys y a su dragón es de las situaciones más absurdas hasta ahora de la serie. ¿Cómo puede salvar Bronn a un hombre con tal peso por la armadura y que no puede apenas moverse tras el golpe y su única mano? ¿Por qué nadie los ve huir ni va a por él? El caos de la batalla, la herida del dragón (tampoco mencionada después) pueden ser algunas explicaciones, pero como poco es raro.
El legado de Daenerys comienza en las cenizas y por unos pocos soldados Lannister elimina a dos Tarly de un Dracarys, un mensaje que ni Tyrion puede aplacar, pero sí visualmente Jon. En la vuelta de la madre de los dragones, Drogon confirma los detalles que episodios atrás habíamos visto y es que el dragón sabe qué sangre lleva el Rey del Norte. Si Drogon pudiera hablar diría casi lo mismo que la mirada de Daenerys durante ese momentum en el que el Targaryen Stark acaricia su futuro sin saberlo.
Que haya o no historia de amor es otra causa, porque en la manera de contar las cosas en Juego de Tronos, dos simples miradas entre Jorah, Jon y Daenerys en un par de escenas ya cuentan todo lo que deben hacer sin entrar a detallar lo que la música ya dice. El "no os he dado permiso para iros" y el "me he hecho a él" es lo más romántico que un Targaryen ha podido hacer nunca desde la anulación de matrimonio y la boda secreta de Raeggar con Lyanna.
Y sí, quién iba a pensar que la confirmación oficial de que Jon es el heredero directo al trono de hierro la daría Gilly mientras hablaba de escalones y deposiciones de un maestre. La información no es ni mucho menos vacía más allá del hype que le crea al espectador y es que la partida de Sam hacia el Norte bien puede dejarle la oportunidad a su querida de contar uno de los secretos más ansiados de la serie. ¿O será Bran?
Bran, en segundo plano, empieza a mirar más allá del muro mientras Arya tiene su propia guerra con Meñique. Al igual que hemos visto al Tyrion original en la confrontación amistosa con su hermano, Meñique también ha vuelto a sus fueros jugándose su futuro con la mismísima Stark y es que son dos personajes que parecían quedar a un segundo plano y que rescatan su perfil en momentos cumbres.
Eso sí, toda esta evolución precisa de embarazos, bodas secretas en Dorne y dragones mascota quedan a un lado cuando el pasado se reencuentra con el presente y es que la aparición de Gendry y su encuentro con Jon Snow es de los mejores momentos del episodio. El carácter de Davos le hace ser uno de los personajes más queridos a todos los niveles de la saga, pero el recuerdo Baratheon-Stark se revive con una nueva lucha, en el Norte y con nuevos aliados.
Jon, Thoros, Bedric, El Perro, Tormund, Gendry, su martillo y Jorah. Bien podría ser la nueva adaptación de los mercenarios o el All-Star, incluso una nueva versión de Space Jam con las superestrellas contra los monstruos vivientes y es que el equipo 'condenado' a elegir su futuro a puesto rumbo al punto más complicados de la historia de Juego de Tronos. Eso sí...y lo que nos vamos a reír en el transcurso.