La lucha de antagonistas en este 8x15 de The Walking Dead sobrevuela el eje del mal una y otra vez, pero siempre nos quedamos con la tierna mirada de Rick y con la historia de su hija mientras que de Negan nos queda poco más que el nombre de su esposa guardado en su más mortífera arma de batalla, una dualidad que parece llegar al final de la gran batalla tras un batiburrillo de ideas sobre las que sigue estando Carl.
La bofetada emocional que propina Carl y su intento pacificador en los primeros minutos de episodio se queda sin respuesta durante el mismo hasta que Negan deja pasar con cara de lágrima para enlazar con la que será la gran guerra del 8x16, una lucha de contrastes que obtiene respuesta y deja un episodio centrado en Los Salvadores.
El azúcar inicial contrasta con un guión repleto de luchas internas en la vuelta de Negan, siempre tres pasos por delante de Simon, Dwight y el resto de sus tripulantes. Aunque casi todo se centra en él, es más previsible de lo que se querría y el foco se va a los detalles, a Eugene, a Oceanside y a las decisiones ante el final de temporada en forma de balas.
Negan ha pasado de estar arrastrado respirando el olor a la muerte a tumbar a los dos secuaces que querían quitarle el poder, un cambio transversal que prepara a Los Salvadores para una última pelea repleta de balas, un entramado que une las pistas de los últimos episodios y que deja una conclusión, lo mejor del todo el episodio es el primer plano del zombie de Simon.
The cracks are starting to show. New episode of #TWD tonight at 9/8c. pic.twitter.com/84NWza3OFz
— The Walking Dead (@WalkingDead_AMC) April 8, 2018
Es un sabor agridulce, porque las conversaciones de Negan siempre merecen la pena. La referencia diabólica al pasado psicótico de Simon y sus asesinatos infantiles pasa a ser por momentos un juicio por combate muy de Juego de Tronos en el que desde el inicio sabemos quién va a ganar. Eso sí, deja una frase lapidaria de Negan: "Por ti ahora debo matarlos a todos, como debo matarte a ti".
El problema del episodio es Eugene y no porque el personaje me guste más o menos, sino por la repetición de la trama y lo irreal que hay en ella. La cansina petición de balas en el inicio y final del episodio apenas le da rango al personaje, pero es que la escabechina absurda e imposible que se monta tanto para capturarlo como para que él escape no hay quien se la crea. Que al todopoderoso Daryl se le escape un gordete 'corriendo' por tener 4 zombies delante es un agujero de guión jugoso.
Por delante queda la anunciada gran guerra que incluso en los anuncios se avanza con final en el último episodio de la temporada, lo cual parece extraño teniendo en cuenta cómo se fantasea en el tiempo la acción en The Walking Dead. La petición de Negan para tener más balas no hace más que avanzar lo que pasará, una caída en la trampa en la que aparecerán los personajes de Oceanside para contrarrestar la batalla. Andrew Lincoln ya dijo hace unos días que la batalla y el final se darían en un lugar extraño, ¿ideas?
- El otrora odiado Seth Gilliam en los segundos en los que muestra a este Gabriel perdido, hundido, pero sabedor de su destino.
- Simon zombie, sin más
- La trama de Eugene, repetitiva e irreal.