Se acerca el invierno, el estreno de la última temporada de Juego de Tronos y por consiguiente algunos de los mejores momentos para los fans de la serie gracias a Saturday Night Live con la presencia de las estrellas de la serie, siempre envueltas en el show como es el caso en esta ocasión de Kit Harington, envuelto en miles de gags, memes y monólogos en los que se cuelan algunos compañeros como Emilia Clark, John Bradley o su esposa Rose Leslie.
Es imposible tener una mejor previa para la octava temporada de Juego de Tronos que perderte en la séptima o, si has sido capaz, ver todas las anteriores, pero para los que quieran un punto diferencial antes de ver cómo (ojalá lo quiera R'hllor) el Rey de la Noche se los carga a todos, SNL es una parada obligatoria, sobre todo el monólogo en el que aparecen los compañeros de reparto antes mencionados.
Kit revealing how @GameofThrones ends. #SNL pic.twitter.com/cVyUmFbsGT
— Saturday Night Live - SNL (@nbcsnl) 7 de abril de 2019
A lo largo de todo el programa y como gran anfitrión, deja momentos bastante divertidos que poco tienen que ver con la serie de HBO pero en el monólogo introduce una parte de preguntas y respuestas en las que aparecen los tres compañeros que ya hemos mencionado. Las bromas con el final de la serie y los posibles spoilers se repiten, pero es Emilia Clarke la que lo borda recordando que graba siempre con pelotas de tenis (ese CGI, dragonzuelos) y no tiene ni idea de cómo acabará la temporada.
En ese mismo tono se suma John 'Tarly' Bradley, aunque este además añade que la amistad con Jon Snow ya no es lo que era, un gag similar que repite el Rey de la noche antes de que aparezca Rose Leslie. La esposa del actor es sin duda el punto fuerte del monólogo y tras varias bromas sobre su relación, cierran uno de los mejores momentos del programa.
Eso sí, aunque este SNL sea obligatorio para todos los fans de la serie, ningun sketch podrá compararse al que realizó Kit Harington en el late night de Seth Meyers con la famosa cena en la que el Rey de la Noche da el salto a una realidad que le parece bastante extraña.