Si bien la segunda temporada de Big Little Lies no nos ha parecido tan llamativa como la primera, hay algo que nos dejaba boquiabiertos escena tras escena, capítulo tras capítulo: sus actrices.
Desde un primer momento, cabe pensar que tener un reparto que vale millones, sería capaz de brindarnos una actuación impecable. Nunca antes habíamos estado tan acertados. La temporada pasada ya se premió el trabajo de Nicole Kidman y Laura Dern, y casi también el de Reese Witherspoon y Shailene Woodley, y aunque para la próxima temporada han llegado un poco tarde, no tengo duda en que sus nombres volverán a encabezar la lista.
Por supuesto, no podemos olvidar a la nueva y más conocida cara de la segunda temporada de Big Little Lies, Meryl Streep, quien a veces me hacía olvidar que era ella y solo podía pensar en el odioso personaje de Mary Louise.
Personalmente, le daría todos mis dieces y premios esta temporada a Laura Dern. Si bien los personajes de todas las actrices, incluida la aún no mencionada Zoë Kravitz, siguen pasando por su propio calvario y drama diario, es el personaje de Renata el que mejor ha y ha sido explotado.
Así bien, han sido estas actrices las que han mantenido el interés en esta historia. La segunda temporada ha tenido un comienzo sólido, pero un desarrollo algo blando que olvidaba la tensión con la que vivíamos antes del trágico desenlace de los primeros 7 episodios. Quizás, otra serie o la misma sin este reparto, no habría conseguido tener atados a los espectadores de la misma manera.
Conociendo la industria como la conocemos, tengo más que claro que Streep se llevará una estatuilla a casa como siempre hace, y no me extrañaría que Kidman también, pero Kravitz y Dern mantienen la actuación más sólida y dramática de todas.