La décima temporada de The Walking Dead sigue adelante y ha traído consigo un giro alucinante que ha dejado completamente en shock a los fans de la serie. Y es que el noveno episodio de la décima temporada, el primero de la segunda tanda recién estrenada, ha tenido un momento que ha dejado consternados a propios y extraños. Y esta vez, por más curioso que parezca para una serie de zombies, no tiene nada que ver con la muerte.
Esta noticia contiene spoilers de The Walking Dead.
Más bien al contrario, tiene que ver con estar muy vivo. Dos de los antagonistas del grupo de supervivientes protagonista han tenido un momento íntimo y a priori bonito, pero que ni por asomo puede considerarse así. Alpha, la líder de los Susurradores, se encaprichó de Negan, el antiguo líder de los Salvadores.
En una escena de tensión, en la que parecía que Alpha iba a acabar con la vida de Negan, el asunto dio un giro copernicano y ella decidió recompensarlo con su propio cuerpo. Negan, al principio asustado, trata de justificar todo lo que hizo y diciendo que consiguió construir algo y proteger a su gente. Cuando le ordenan que se de la vuelta, uno de los personajes más odiados de The Walking Dead cambió su semblante y pareció bastante conforme con la situación.
La escena más bizarra de todo the walking dead pic.twitter.com/1qouaPtBT0
— cva 🍑 (@_sebasasson) February 24, 2020
Dejando de lado lo intensamente asqueroso que resulta ver a alguien besar a una persona que lleva una máscara de piel humana, parece que la escena tendrá mucho sentido para el resto de la temporada. Según Samantha Morton, la actriz que da vida a Alpha, la líder de los Susurradores tiene en buena estima a Negan y lo ve como un líder nato, por lo que quiere llevarlo a su terreno para tenerlo controlado en todo momento. Murió el romanticismo.