El glorioso propósito de Loki nos lleva acompañando desde 2011, con el estreno de la primera película de Thor. Pero no ha sido hasta ahora cuando lo hemos entendido todo. El significado de toda su existencia. Su destino de ser un rey y estar sentado en un trono.
Y es que poco le importa a Loki que Marvel Studios esté en crisis. Aunque su destino sí que penda de un hilo al poder perder el enorme peso que ya tiene Jonathan Majors, cuyo juicio es a final de este mes. Con una imponente trama donde, además de emocionarnos con cada plano, decide no caer en la facilidad que hubiese sido la teoría de las gemas del infinito.
Ya desde el logo de Marvel Studios hacia atrás, sabíamos que todo sería diferente. Disfrutando de un maravilloso episodio 6 de la temporada 2 al más puro estilo El Día de la Marmota (Atrapado en el Tiempo). Hasta entender nosotros mismos, junto a Loki, que cualquier intento es inútil, y que solo hay una línea roja... intentar parar a Sylvie.
Su destino no pasaba por asesinar a su amada variante. Pues él, como Loki, siempre está destinado a perder. Y por ello decide sacrificarse por todo, y por todos, permitiendo el libre albedrío que tanto deseaba Sylvie. Su glorioso propósito, que más que un honor, es una carga que sostener.
El telar no era capaz de sostener esa realidad... pero Loki sí. Al destruirlo, recoge cada línea del tiempo, mostrando su espectacular aspecto de dios, haciendo que el multiverso pueda crecer de forma infinita en forma del Yggdrasil, el árbol de la vida de la mitología nórdica que conecta los nueve mundos: Asgard, Midgard, Jötunheim, Vanaheim, Svartalfheim, Niflheim, Helheim, Muspelheim y Alfheim.
Con un árbol que crece y evoluciona, cada rama es libre en la nueva línea temporal infinita. ¿Qué sentido tiene ahora entonces este particular Ministerio del Tiempo? Pues frenar, no a todos, pero sí a aquellos que deben ser frenados. Concretamente para parar a las variantes de Kang, siendo esta la última amenaza a Loki: "Son muchas y ya están por ahí" - "Pues no pararé hasta detenerlas".
El ejemplo más sencillo lo tenemos en un Mobius, que informa sobre que una variante apareció en un mundo del 616 (nuestro universo canónico dentro del UCM), pero "se encargaron y ahora estamos bien", haciendo referencia a la variante destruida en Ant-Man y la Avispa: Quantumanía. Pero queda un enorme trabajo para Loki, al frente del control de esta nueva AVT, con la gran amenaza que se viene por delante.