Una vez que se ha consumado el descenso, el Cádiz tiene que centrarse en iniciar el nuevo proyecto con la mayores garantías. Y eso pasa, fundamentalmente, por acertar en la elección del nuevo entrenador. En una categoría tan complicada como es LALIGA Hypermotion, cualquier paso en falso puede costar muy caro.
Es inevitable que a los cadistas les entre sudor frío tras el descenso porque en las últimas décadas después de un descenso a Segunda ha llegado otro y eso sí que es un drama a todos los niveles. Por eso es tan importante dar con un entrenador que conozca perfectamente la categoría y que, por encima de todo, asegure esos 50 puntos que evitan problemas coronarios.
Pensar en el ascenso es una obligación para un club como el Cádiz y con una masa social como la que tiene, pero eso sólo vendrá a través de un técnico que sepa lo duro que es pelear en una Liga con tanta igualdad. Si este año el ascenso está caro, el próximo lo puede estar todavía más y es mejor centrarse primero en lo esencial, no por huir de la presión sino por ser precavidos.
Viendo el clima social que se respira estaría bien dar con un entrenador de consenso. Ha quedado claro en los últimos años que Manuel Vizcaíno no toma sus decisiones en función de lo que le piden en las redes sociales, pero sería positivo conciliar y que sea un entrenador de garantías para los técnicos del club y que genere también empatía entre los aficionados.
En un verano en el que la plantilla puede sufrir muchos cambios, será fundamental que el entrenador conozca bien el perfil que se necesita en la nueva categoría para ser competitivo. Que el nuevo entrenador genere ilusión y, si puede ser, que también provoque unión.
Francisco José Jiménez
Delegado de ElDesmarque en Cádiz