El Sevilla FC se va al parón con mal sabor de boca y con no pocos aspectos que replantear en su idea general, que parecía de nuevo encauzada y solidificada. No es normal ver al Sevilla perder. No es normal verlo tirar a la basura el carrusel de ocasiones clarísimas de que dispuso en Granada. No es normal ver a su entrenador, Julen Lopetegui, tan exaltado cuando sobrevuela la primera derrota de la temporada ya entrados en octubre. No es normal ver a un equipo que funciona tan bien y de memoria zarandeado con tantos y continuos cambios.
No, estos dos últimos partidos del Sevilla hacen que en la memoria colectiva de cara al parón la gente deje en un segundo plano la mayoría de cosas buenas que hace para poner por delante las cosas que no funcionan. Algunas de ellas causan furor. Precisamente como el Sevilla funciona mucho más bien que mal, que apenas pierde y que tiene un magnífico entrenador, ahora es el momento de señalar aquello que puede y debe mejorar.
Planteamientos iniciales. Se percibe ya como una reivindicación colectiva cercana al clamor. Hay una pregunta clara que brota por sí sola: si cuando te marcan, aunque quede cerca de una hora de juego, haces muchos cambios ¿qué pretendías de inicio? El Sevilla está pecando de especular de salida ante equipos dispuestos a rezar para empatar. Un mensaje muy pobre para una plantilla tan nutrida, aunque te haya dado para ganar muchas veces gracias a la habitual perfección defensiva. Pero cuando esta no se da, porque no se puede dar siempre... Es hora de que Lopetegui aporte, en determinados escenarios, algo más desde la pizarra.
Pocos caballos. Vuelve a tener este año el Sevilla FC un déficit de velocidad tremendo. En Granada, particularmente, llamó la atención que sólo el mediocentro defensivo, Fernando, fuera capaz de romper líneas con y sin el balón en los pies. Y un par de veces uno de los centrales, Koundé, ya muy al final, a la desesperada. Los ataques se eternizan con pases al pie y nulos desequilibrios. Ni velocidad ni regate. Si falta chispa física, el juego asociativo extremo con el que sí suele hacer daño el Sevilla es casi imposible que funcione. Y en la Champions, esa lentitud individual te condena en 99 de 100 veces.
Segunda línea sin gol. Lesionado En-Nesyri, el problema de la aportación goleadora de la segunda línea de ataque se agrava. Hasta la fecha, Rafa Mir no evidencia tanta eficacia de cara a puerta como el marroquí. Y los Jordán, Óscar, Ocampos, Munir, Papu y compañía apenas marcan. Este domingo, además, hubo un impactante sainete rematador en Los Cármenes que conviertieron una victoria cómoda en derrota, ni siquiera empate. ¿Cuántas veces chutan consumados especialistas como Jordán u Óscar? ¿Cuántos goles rasca este equipo en jugadas de estrategia? Pues eso...
Nerviosismo incomprensible. La impresión es que el Sevilla se desquicia en cuanto los planes iniciales se le tuercen. Le pasó ante el Salzburgo, aunque fue indultado y se tranquilizara a tiempo, en la visita al Wolfsburgo y este domingo en Granada ante un rival con cara de caer por su propio peso. Modificaciones de bandas continuas, triples cambios al descanso, jugar sin delantero centro para minutos después rectificar con un canterano debutante, etc. El show expresivo de Lopetegui en la banda corrobora este nerviosisimo incomprensible en un equipo que va cuarto con un partido menos que los demás.
Una vez vomitado todo, uno echa la vista atrás y recuerda comentarios muy similares en los dos cursos anteriores justo a estas alturas. Pero claro, alguien tenía que decirlo...
Pues de principio buscaba lo mismo de siempre, jugar a que no pase nada, a especular, a pesar de ir perdiendo, siguió con el guión establecido durante bastante tiempo. Ya el sevillismo está harto del pase al de al lado y para el portero. Velocidad, profundidad, verticalidad y remate.
Incisto,Suso,Jordan y Rakiti,no estan.p.f.Sr.Lopetegui,cambie la Cocina,que hay elementos para ello.y juegue los 90 mnt.no los 15 ultimos y cuando se va perdiendo....cambie D.Julen
El juego y las intenciones del Sevilla, que antes sorprendía al contrario, hoy está más visto que el TBO y hasta los colistas saben ya como neutralizarlo. Eso de marear al rival durante las primeras partes y esperar su fallo en la primero o en la segunda, antes funcionaba, y la mayoria de las veces con mucha suerte y sufriendo siempre, pero ahora ya ni eso. Se impone el tener más alternativas de juego, se impone dejar más sueltos a los jugadores y dejar de mantenerlos asustados todo el tiempo; se impone olvidar el pasesito al pie o el centro a la olla y ponerse a jugar al fútbol. Y parece que Lopetegui anda muy cortito de recursos para implantar varios modos de encarar los partidos. Que no se olvide que al At. de madrid le estaba pasando lo mismo; eso de que lo que funciona no se toca está muy bien, pero solo hasta que deja de funcionar. Los imperiosos ante el barcelona lucieron otra cara. A ver la carita que nos enseña Lopetegui al regreso del parón. No se puede jugar andando, no se puede salir a cada partido con dos o tres peloteros menos, Rakitic, Jordan o Suso no están para nada, sobre todo el primero, Y si además resulta que el que en mejor forma esta, Oscar Rodriguer, se queda siempre en el banquillo, ....está claro que el técnico es más duro de mollera que Manolito Jimenez. Mejor plantilla de los 5 ultimos años, pero el entrenador no se entera y juega siempre a lo mismo.
Creo que el Sevilla tiene un gran problema de salida de balón desde la línea defensiva, los equipos lo saben y aprietan..También algunos cambios de posición de jugadores no le fue nada bien.. Una primera parte tirada y una segunda tosca y fallona.Creo que el discurso que quieren ir por la liga se queda grande y mete demasiada presión.
Le deberían cambiar el nombre a la columna por A toro pasado todo el mundo es Manolete. Todo lo que dice el articulista que es irreconocible lleva igual una temporada. Hace dos partidos tildaba de alarmistas e histéricos a quien decía lo que dice el ahora. Pero claro, a toro pasado todo el mundo es Manolete