Quedan 77 días para el Domingo de Ramos, pero muchos menos para que acabe otra tortura. Eso debe pensar el sevillista, en referencia a la que el destino ha desplegado sin piedad en Nervión en los últimos dos meses. No queda otra que esperar que los continuos percances que le han sucedido al Sevilla desde agosto y que explosionaron sin freno a partir de noviembre (frente al Celta volvió a lesionarse Fernando y el delantero del filial que tenía que hacer de nuevo las veces de delantero del primer equipo jugó con el hombro fastidiado) pasen a mejor vida en febrero. El Sevilla FC, que no volverá a jugar hasta el día 5 en El Sadar, tiene motivos para respirar viendo el parón, pero aún le queda un partido importante que jugar.
Monchi y el mercado. Me imagino al de San Fernando acordándose aún de la no venta de Koundé en verano. Una operación impopular (por eso se desactivó) que, convencido él, se debería haber afrontado para poder completar el equipo arriba. Y, probablemente, llegar a principios de enero, no a finales, con la capacidad para anticipar los necesarios fichajes y resistir mejor las tentaciones. Fichar a Martial y no vender a Diego Carlos es la apuesta ideal para las altas aspiraciones deportivas. Uno quiere venir y otro irse. "Fuera del Sevilla hace mucho frío". La frase no es mía, aunque me gustaría. Se la leí en twitter a un entendido aficionado sevillista (@loloreche7). Pero es normal si al brasileño le triplican el sueldo.
Y es normal que el Sevilla se lo piense cuando se acerquen al precio que rechazó por Koundé. Si el Sevilla es capaz de resistir la última embestida de enero incorporando a Martial y manteniendo a Diego Carlos, los días que quedan para el Domingo de Ramos pasarán más rápido. En la vida se arriesga. Unas veces se pierde (como confiar en que a Dmitrovic no le pase nada cuando Bono se fuese, porque se sabía que se iba a ir) y otras se gana, como parece le va a salir a Monchi (y su aguante ante la presión popular y pública de Lopetegui) con Martial.
Los otros fichajes. Lopetegui, ya con el Tecatito y abriendo los brazos por Martial, recuperará en breve a sus dos primeros soldados: Navas y Delaney. Y encima recibe buenas noticias respecto a uno de sus niños mimados: la recuperación de Suso, aunque aún quede lejana, va más rápida de lo esperado. En breve, además, regresarán los tres marroquíes: En-Nesyri, Munir y Bono. Ya sólo se perderán, con suerte hasta ni eso, la visita al Osasuna del día 5. Y, bueno, no hay mal que por bien no venga: el brote de covid-19 hace pensar que gran parte de la plantilla llegará inmunizada al último tercio de la temporada. Al menos hasta que se quite lo de que un jugador positivo se tenga que quedar sin jugar.
Caminos redescubiertos. Gran parte sí, pero no todo lo que ha pasado es culpa de los elementos. Las bajas y algunas situaciones de necesidad, como ante el Celta, han demostrado que a veces hay que poner un poco de rock and roll en la ópera. El Papu brilla por el centro, no tanto por la banda, donde acaba disolviéndose. Así hemos visto su mejor versión desde que llegara al Sevilla hace un año. Creo que hay unanimidad en esto, no tanta en cuanto a si Lopetegui le dará la demandada continuidad. Lo de Ocampos irrita aún más a la gente. La desgraciada lesión de Suso le abrió las puertas de la derecha. Su rendimiento creció y la funcionalidad del Tecatito por la izquierda parece que lo consolidará, pero el sábado hubo un amago de que la cabra tirara al monte que no gustó.
Rafa Mir. Sigo pensando exactamente lo mismo: no sabe jugar de espaldas, no le gusta jugar de espaldas, pero fichó por un equipo cuyo '9' juega casi todo el tiempo de espaldas. Mal asunto si no se pone las pilas y se rebela ante eso. Pese a sus números más que aceptables (acabará la temporada bordeando la quincena de goles, ojo) y su soledad en primera línea de batalla, urge encontrar una solución a esa ecuación. Frente al Celta, justo cuando el destino permitía la locura de jugar con dos delanteros centro, lo que tanto habrá soñado el propio Mir, Lopetegui lo devolvió a los corrales, quizás desesperado por su desesperación. La posible llegada de Martial y la segura vuelta de En-Nesyri deben ayudar a descargar la presión sobre los hombros de Mir a partir de febrero.
La guerra del Sevilla. Los dos últimos partidos tuvieron insuficiente rédito para meter presión al Real Madrid. Un sabor agrio en la mirada corta. Sin embargo, el hecho de no perder, aunque los empates resten velocidad más que otra cosa, genera una sensación de fortaleza desde la que debe reconstruirse el Sevilla a partir de febrero. Hace la goma con el líder y eso no es poco, es muchísimo, pues muchos, incluida la lógica, proclamaron su caída cuando se acumularon las desgracias.
Por eso hay que darle tanto valor y lanzar la mirada larga: un 18 de 24 en las circunstancias en las que ha competido estos dos meses y con un calendario de envergadura es una barbaridad. ¿Cuál es la guerra del Sevilla? Si ha resistido a todo esto, la licencia para soñar sigue vigente, restan muchos capítulos que pueden condicionar el desenlace lógico. Y si la guerra finalmente es mantener su segunda plaza, todo esto habrá supuesto un impulso moral ante el empuje de los de atrás, especialmente de un Betis ahora completamente desatado.
El acto de fe del sábado ejemplifica esa resistencia numantina del Sevilla contra los elementos, pero también sirve de mensaje para lo que viene. "Aquí no se rinde nadie", dice Rakitic. "Volveremos fuertes", añade Óliver. De eso se trata. Y para ello no sólo hay que esperar la normalización 'per se' de las circunstancias a partir de febrero, sino aprender de lo ocurrido y de lo redescubierto.
Tenemos que fichar minimo 5 jugadores 2 delanteros centros goleadores
MONCHI PORFA NO BUSQUE MAS CENTRALES FUERA DE ESPAÑA TIENES EN EL OSASUNA DANI GARCIA QUE ES CRAK DE LOD GRANDES ES BUENISIMO POR ABAJO Y IMPRESIONANTE POR ARRIBA .NO COMPRENDO QUE ESTE DESCARTADO ES DEL PERFIL DE FORTALEZA COMO DIEGO CARLOS Y LA TOCA TAMBIEN COMO NADIE.MONCHI FICHA YAAAA A DANI GARCIAAAAAA
Sólo recordar que hasta aquí hemos llegado en mínimos y el resto de equipos con sus máximos. Ahora recuperamos efectivos y el resto de equipos por lógica y desgaste empezarán a perderlos. Estamos en una situación envidiable con dos competiciones muy ilusionantes por delante.
De rendirse nadie y nunca, eso lo llevamos grabado a fuego. Sobretodo lo demás, decir que llevamos casi tres meses jugando con lo justito, partido a partido, que ya por no tener, ni tenemos entrenador. Esperamos que este parón, bendito parón, nos aumente la plantilla en todos los sentidos. Que venga Martial, creo que con un buen delantero que meta todas esas ocasiones que se crean, sería otra cosa. No se le puede decir nada, ni un pero a Ocampos, pero si me lo permiten, sólo decirle que se sosegar un poquito.