Esta columnista no estaba muerta, estaba de mudanza. Por eso no hubo columna sobre el Athletic Club de Bilbao en este último mes en mi blog 'Desde la Gabarra' en ElDesmarque de Bizkaia.
Casualmente, el tema de la última columna había sido Iñaki Williams, nuestro veloz 9. El mismo que resultó elegido como mejor jugador de la Liga para el pasado mes de enero, por lo que recibió su estatuilla alusiva antes del encuentro con el FC Barcelona. El mismo que ayer lo intentó una y otra vez ante el equipo blaugrana en un meritorio empate en cero, que pudo haber dejado los tres puntos al Athletic y en San Mamés si no hubiera sido por el muro culé de Ter Stegen.
También en este tiempo el Athletic estuvo de mudanza: concretamente, de entrenador. Del Toto Berizzo a Gaizka Garitano. Un cambio de liderazgo en el banquillo que parece haber sentado bien al equipo que, acaso lenta y gradualmente, se va alejando de la zona del descenso a segunda. Con trabajosos 27 puntos en 23 partidos jugados y en la décimo-tercera posición de la clasificación. De todos modos, queda mucha Liga por delante.
Se perdió, y bien, en el derbi ante la Real Sociedad. En aquellos 90 minutos quedó palpable la diferencia entre tener un mediocampo que genere juego y otro –el nuestro– que resulta más irregular que eficiente en surtir de buenos y certeros pases a nuestros delanteros, como así también de defender y de ser el primer muro de contención ante el ataque rival.
Pero ayer, ante el Barcelona, el Athletic fue una invitación a soñar con un final de Liga en mejores posiciones en la clasificación y también en el nivel del juego de equipo.
Esto, pese al marcador finalizado en cero. Pese a que Messi jugó a media máquina. Pese a que Ter Stegen fue imbatible. Pese a los gestos defensivos por momentos duros. Pese a la insistencia de Luis Suárez en pasar más tiempo tendido en el césped que en aportar para su equipo.
Porque aunque los comentaristas de la transmisión televisiva hacían más hincapié en los hechos del Barcelona, yo quisiera enumerar lo bueno que hizo el Athletic este domingo 10 de febrero. Porque, jugar, jugaron los dos.
Porque el Athletic mostró un correcto juego de equipo, hasta capaz de enamorar. Marcando en todas las líneas, cerrando espacios al rival, defendiendo con orden (especialmente Yeray, Íñigo Martínez y Yuri), generando opciones de gol en ataque. Con un Susaeta y un San José más recuperados en el juego.
Con Williams siendo un león. Con un bloque defensivo certero. Con un Muniain que revolucionó el ataque atheticzale con su ingreso en la segunda parte.
Las sensaciones son buenas. Las del Athletic, digo. Y las mías de esta mudanza, también.
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz