Una temporada de liga es como una carrera de maratón: para ganarla, hace falta resistencia pero también capacidad de sprint en los metros finales; ni hablar de capacidad aeróbica y anaeróbica. La liga, con sus 38 jornadas; la maratón, con sus 42,5 kilómetros. Esta temporada 2018-2019 está llegando a su tramo final. Y a falta de 6 jornadas, los equipos dan distintas muestras de resistencia y de sprint.
Llegaba la jornada 32 y el Rayo Vallecano visitaba San Mamés. Los dos equipos, de hinchadas amigas y esquemas de juego iguales para la ocasión (4-2-3-1), con distintas motivaciones. La del Athletic Club de Bilbao para la próxima temporada: jugar en la Europa League. La del Rayo: continuar en primera división. Era, casi, un choque de urgencias al que cada equipo iba a poner, a tu tiempo, resistencia y sprint.
Nomás al minuto de juego, Iñaki Williams despachó el balón a la red. El Athletic mostraba más juego que el Rayo. A los 15 minutos llegó un penalti que ejecutó Raúl García y que rechazó el portero rayista Alberto, que volvió a coger Íñigo Córdoba y que volvió a rechazar la rodilla de Alberto. Tenía el Athletic el balón y los espacios, hasta que los fue cediendo sobre los últimos 15 minutos del primer tiempo. Y así se creció el Rayo que, en su segunda llegada a la portería de Iago Herrerín, empató.
La resistencia física fue mermando en el conjunto del Athletic y dos de sus jugadores se retiraron lesionados: Dani García (suplido por Unai López) y Yuri (suplido por Íñigo Lekue), cuando el Rayo ya jugaba con 10 por expulsión de Advíncula. Pero siempre está el sprint de Williams, quien marcó el 2-1. Otra vez cedió balón y espacios el Athletic a un Rayo que los fue ganando. Llegaba así el fallido empate rayista, puesto que dos de sus jugadores estaban en fuera de juego.
Llega la hora del sprint en el partido y la tuvo el Athletic, con un gol de Raúl García. Pero el Rayo no cesaba en su empeño y descontó con gol de De Tomás para el 3-2 final del marcador.
Ni el Athletic ni el Rayo lo tuvieron fácil en sus jugadas decisivas, siempre discutidas por el VAR y el propio árbitro Martínez Munuera. Así fue como se anuló un penalti del defensor Ba a Williams (de hecho, para muchos comentaristas no lo fue), un gol al Rayo por posición fuera de juego de dos de sus jugadores y, en primer lugar, se confirmó el penalti a Raúl García por empujón en el área.
Ganó finalmente el Athletic, por 3-2. Cuesta lo que se quiere. Costó este partido, pero se ganó. El Athletic está séptimo en la clasificación, con 46 puntos.
Ahora restan 5 finales más, esos últimos y endemoniados metros de la maratón, a veces tan impredecibles, para alcanzar la meta europea en la clasificación.
No será una trayectoria sencilla. Primero toca el Real Madrid en el Bernabéu. Luego otra visita al Leganés. En tercer lugar, recibir al Alavés en casa. Después visitar al Valladolid en Pucela y recibir al Celta en San Mamés. Por último, visitar al Sevilla que también tiene aspiraciones europeas entre la Champions y la Europa League.
Habrá que emplearse a fondo en la resistencia y el sprint. Y también, por qué no, esperar una mano de santa de la Amatxu Begoña. Para que los athleticzales podamos recordar el inicio de esta temporada (peleando en puestos de descenso) y tener la sensación de que los milagros también pueden lograrse con trabajo.
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz