El pasado 17 de marzo se cumplieron 90 años del primer título de Liga de nuestro Athletic Club. Fue en la temporada 1929-1930, con un contexto mundial de crisis financiera y económica; como si fuera ahora, casi, si no fuera porque en esta campaña el Athletic está lejos de hacerse con el título liguero.
Pero estábamos en el bienio 1929-1930 y el recién creado campeonato de Liga, resultado de la confluencia de otros dos torneos: la Unión de Campeones y la Liga de Clubes. Los contrincantes del Athletic y aspirantes iniciales a campeones eran los equipos del Club Atlético de Madrid, el FC Barcelona, el Club Esportiu Europa, el Real Madrid Club de Fútbol, el Real Club Deportivo Español, el Real Racing Club, el Real Unión Club, la Real Sociedad de Fútbol, el Arenas Club y, por supuesto, el Athletic Club de Bilbao.
El Athletic rápidamente se hizo con los primeros lideratos, de la mano influyente del señor Frederick Beaconsfield Pentland, o sea, Mr Pentland, un inglés que vino a Bilbao a ver la ría y el mar. Tuvo dos etapas al comando del banquillo athleticzale y, en la segunda de ellas, el míster llevó al club a ganar cinco ediciones de la Copa del Rey y dos ligas.
En vida, Mr Pentland no estuvo en cuarentena como usted y yo, sino en cautiverio. Fue durante la Primera Guerra Mundial, en el campo de concentración de Ruhleben, en las afueras de Berlín. Sus experiencias deportivas y vitales fueron recopiladas por Jon Rivas en su libro El Prisionero de Ruhleben. Fred Pentland, el hombre que cambió al Athletic (Síndice, 2017).
Mr Pentland, que había desarrollado su carrera como jugador durante 10 años en Inglaterra hasta que una lesión de rodilla le dijo basta, dirigía a sus equipos (que no fue sólo el Athletic) vestido a la usanza de su tiempo: muy British, muy gentleman, con abrigo tres cuartos, traje y bombín. Un gran contraste con el look casual (como Garitano) o aun de chándal (como Bielsa) de algunos entrenadores que han pasado por el Athletic.
Este míster es el entrenador del Athletic que más títulos ha ganado con el club. Fue, acaso, quien dotó al equipo de una disciplina de entrenamiento y de técnicas, además de profesionalizar a sus jugadores. También de tácticas y estrategias: al 2-3-5 de su tiempo lo cambió por el dibujo de 2-5-3 para tener más posesión en el mediocampo.
Dejó un legado futbolístico para consultar en forma de libros: Cómo entrenar un equipo de fútbol y Mis 15 años en España.
Durante su excepcional situación de cautivo en el campo de concentración, Mr Pentland logró que sus captores le dejaran trazar uno o dos campos de fútbol, en los que organizó una liga con 400 ingleses de los 5.000 que había confinados en Ruhleben.
La conjetura indica que armaría una ciberliga valiéndose de las tecnologías de la información y la comunicación disponibles.
También, que escribiría sobre las cosas que faltan en nuestro fútbol: por ejemplo, sobre la gestión de grupos y equipos; que el haber sido jugador no es condición necesaria ni suficiente para ser entrenador. Y, por qué no, escribiría sobre un futuro para este Athletic.