Quico se marca un Keylor
Detecto cierta ansiedad en una parte importante de los aficionados, lo cual me parece respetable, y de los influencers granotas en que el Levante UD traspase, no diría a las primeras de cambio pero sí casi sin pelear, al que fácilmente puede ser uno de los cinco mejores futbolistas que hayan salido del conjunto azulgrana. Quico Catalán ha rechazado una oferta de 25 millones más unos variables que podrían superar la treintena por Jefferson Lerma, lo que ha generado cierta sorpresa y desasosiego, y es cierto que da vértigo pensar en lo que podría hacer el club azulgrana con ese montante calentito en sus arcas. Sin embargo, denota cierta miopía, la que yo padezco por cierto, para no entender que lo que se está marcando el presidente es un Keylor Navas en toda regla. Que le podrá salir muy bien como la venta por 12 millones del portero al Real Madrid o podrá explotarle en la cara. Pero esto segundo es poco probable.Y es poco probable porque lo peor que le puede suceder al Levante es tener que quedarse con Jefferson Lerma en su plantilla, algo que firmarían casi todos los clubes y entrenadores de Primera División actualmente, si no todos. Pocos futbolistas quedan equiparables al del Cerrito, ninguno por los 900.000 euros que pagó el club de Orriols en su día y diría yo que muy difícil encontrar uno parecido si no es soltando un buen puñado de millones. La primera opción si se marcha el colombiano ahora mismo es Rodrigo Battaglia, como apuntaron los compañeros de Superdeporte, un futbolista que supondría un esfuerzo de dos dígitos y que percibe en estos momentos dos millones de euros netos en el Sporting de Lisboa. Y si Quico no coge los 30 y se marcha a comprar al argentino es porque no tiene todas consigo, asesorado por Tito, de que éste sea mejor que el cafetero.
Y es que en la decisión de no vender a Jefferson Lerma, como ha dicho por activa y por pasiva Quico Catalán, pesa mucho lo deportivo. No hay por qué encontrar doblez en las palabras del presidente, es que es lo que piensan. De boca de Paco López, ya conocen tanto presidente como director deportivo la inquietud del entrenador por la falta de refuerzos para el centro del campo (en estos momentos falta el sustituto de Lukic y el propio Jefferson Lerma que todavía no ha llegado a Ermelo) y sobre todo por el qué sucederá si se termina marchando el colombiano. Y es que el Levante podría pasar en dos meses de tener una medular de Europa League con el serbio y el propio cafetero a tener sin ellos una media que, cuanto menos, sería una incógnita.
Pero, como decía, Catalán se está marcando un Keylor Navas de todas todas. Entonces, fue un 'o la cláusula o nada' y finalmente terminó entrando el Real Madrid por el aro. Ahora, es impensable que un club pague 60 kilos pero el presidente tensa la cuerda para que, si finalmente termina saliendo el futbolista, sea por una cifra más cercana a la cláusula que a los 30 que percibiría de parte del Bournemouth. Si finalmente se rompe la citada cuerda, significaría que el Levante se queda con un futbolista sobre el que Pekerman no ha tenido ninguna duda para llevárselo con 23 años a un Mundial y meterlo como titular en varios partidos. Eso sí, podría haber un guiño en forma de mejora pero esto es más fácil que llegue por las buenas que por las malas y el colombiano y el club, hasta la fecha, siempre fueron por el mismo camino.
Respecto a lo económico, dos últimos apuntes: el primero, muchos creen que los 25-30 vendrían genial para cancelar definitivamente la deuda aunque Catalán siempre ha dicho y en voz alta que un gran traspaso no lo utilizaría para cancelarla sino que al club le puede interesar más tenerla financiada (esos 14 kilos aproximadamente); y dos, es bastante probable que lo que parece una locura ahora mismo, rechazar el dinero del Bournemouth, se quede en una tontería al lado del dinero que pretende ingresar el club si finalmente sale el colombiano.
Tito se ha ganado la confianza
De ilusión vive el hombre y la forma de alimentarse de ella de los aficionados es de las caras nuevas por lo que es comprensible que el levantinista se muerda las uñas a la espera de los fichajes. Si hay que atenerse a cómo salieron los fichajes de la pasada temporada, no cabe otra que concluir que Tito se ganó la confianza y que su principal error fue mantener demasiado tiempo en el cargo al que no supo sacar rendimiento de los fichajes. Eso no quita para que el año pasado se errase a última hora en el tema del delantero, por mucho que el director deportivo no quiera reconocerlo: no se puede pasar de Lucas Pérez (aunque luego no rindiese tanto en el Deportivo) a Nano en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, Boateng, otro conejo en la chistera alicantina, significó un contrapeso importante y, como Roger, regresó en forma a la pretemporada aunque de nuevo la mala suerte de las lesiones se cruzó en su camino.
El de Benidorm volverá a examinarse, porque esto es una reválida continua, con el acierto arriba y en encontrar el sustituto de Sasa Lukic. Precisamente si echamos de menos al serbio es porque fue otro gran acierto del pasado verano junto a Bardhi o unos meses más tarde Coke. Y falta un central. Seguro que en lo que queda de mercado de verano, que es todo agosto, existe un futbolista que genere competencia y eleve el listón de la zaga.