Esto es una locura. Nos hemos plantado en la última jornada con opciones claras de quedar séptimos y optar a poder jugar en Europa la temporada que viene, es decir, de cumplir el objetivo. Por supuesto que sería un subidón, aunque no borraría en absoluto la de sin sabores y disgustos que hemos padecido y muchísimo menos aún la sensación amarga de la desilusión que nos ha venido acompañando estos últimos meses al ver que el equipo no tenía empaque, no tenía un estilo, no transmitía personalidad y sobre todo, no lograba la regularidad de resultados necesaria. Y por no hablar del bagaje de victorias en Anoeta…
Simplemente habría que ganar hoy en Cornellá y que los vecinos del otro lado de la A8 palmen en el Sánchez Pizjuán. Ambas cosas han ocurrido en otras ocasiones por lo que no resulta nada disparatado pensar que suceda. No es menos cierto que el Espanyol se juega exactamente lo mismo que nosotros, pero viéndolo por el lado positivo, casi prefiero jugar contra un Espanyol presionado por ganar los tres puntos que contra un conjunto periquito relajado sin jugarse nada y que juegue suelto y liberado. Ese punto de presión y responsabilidad les puede pesar y puede que se vuelva a favor nuestro durante el desarrollo del encuentro.
Decía al principio que esto es una locura porque así lo siento. En una temporada tan gris hemos sido capaces de vencer al Real Madrid en los dos partidos y fulminar al Athletic Club de Bilbao tanto en su feudo como en Anoeta, y además siendo muy superiores, en fútbol y cantera. Dime de qué presumes y…
Sigo con el lío porque ya no sé si estamos ante el final de una temporada o en el comienzo de la siguiente. O ambas cosas. Se habla de salidas, de posibles llegadas, se empieza a debatir y opinar sobre nombres, cesiones y principalmente, del saco de millones que nos van a caer por la salida de Griezman de su actual equipo. Una gran jugada de los despachos que no hace sino justicia de cómo Zubieta merece ser recompensado por su forma y manera de sacar jugadores de primer nivel a la palestra. Qué digo de primer nivel, jugadores de talla mundial.
Las chicas de la Real han conseguido un hito histórico como es conquistar un título de Copa. Para mí, más importante incluso que la Copa es la lección que han dado de que creyendo se puede alcanzar el objetivo. Siendo muy favorito el equipo rival, quien unos días antes ya lo había demostrado, no salieron a disfrutar de la final y a tomársela como un premio. No salieron para verse en la tele ni para que hablaran de ellas en el Sálvame. Salieron a ganar, creyendo y confiando en que si competían al máximo de sus posibilidades, sus posibilidades se dispararían hasta donde ni ellas imaginarían. Y así ocurrió. Se llevaron el gato al agua y dieron una lección de sacrifico y compromiso brutal. Hoy en Cornellá dejaría a las chicas que dieran la charla previa del partido, que les cuenten a los chicos lo que les ha costado llegar hasta ahí y lo que han sufrido por poder volar tan alto. Que les cuenten también lo que han sentido estos días con los recibimientos de la afición y con todas esas muestras de cariño y reconocimiento. No se trata de hacer comparaciones porque como bien dice el dicho, son odiosas, pero si los chicos salen hoy con la misma garra y el mismo convencimiento de las chicas que nadie dude que el partido será nuestro. Otra cosa será lo que pase en Sevilla, donde ya Negredo nos regaló una tarde de maravilla…y vuelta al ruedo.