El domingo acabó la liga. A mi entender, de la mejor manera posible para los intereses de nuestro Athletic Club. Me explico. Tenemos una plantilla con una media de edad de las más altas de la categoría. Gente joven que esta temporada no ha tenido oportunidades para ir haciéndose a la máxima categoría, pocas posibilidades de reforzar la plantilla con fichajes, al menos de garantía contrastada.
¿Qué más? Un entrenador que a mi personalmente no me convence y un preparador físico que tampoco ha demostrado grandes resultados. Aunque en este caso debo argumentar en su favor que cogió el equipo en plena temporada, y todos sabemos que las pretemporadas son importantes para marcar el nivel físico para el resto del año.
En mi opinión si nos hubiéramos clasificado para Europa obligados a jugar tres previas la temporada próxima iba a ser muy complicada. No hay equipo para afrontar tres competiciones, es más, creo que el Athletic va a tener unos años difíciles a lo que debemos acostumbrarnos hacernos idea cuanto antes mejor. Ojalá me equivoque.
De vez en cuando, por la noche veo un programa de TeleBilbao dedicado al Athletic en el que cuando sus contertulios, salvo alguno, cuando hace poco se planteó la renovación del entrenador Gaizka Garitano opinaban que había que renovarle porque se lo había ganado con los resultados (entiendo que el haberlo hecho bien sería extensible a los jugadores)… pero no, por lo oído ahora no es así.
Alguno, incluido su moderador hablaba de Europa e incluso de Champions, pero en el programa del lunes tuvimos la oportunidad de ver salir a los lobos de caza. No dejaron títere con cabeza. Acorralaron a Iker Muniain llamándole mequetrefe, a Iñaki Williams por sus declaraciones en las que decía que follaba cuatro veces a la semana. Pues a mi me parecen pocas.
A todos los jugadores les tildaron de sinvergüenzas por el partido de Sevilla, con Lezama en su totalidad, porque los únicos ¨profesionales¨ de la plantilla no habían pasado por Lezama nombrando expresamente a Raúl García e Iñigo Martinez, y porque no sacamos jugadores ni para segunda división (cuando llevamos toda nuestra historia en primera y jugando en Europa los últimos años).
Con Rafa Alkorta porque no había llevado bien el asunto de Susaeta, con este Presidente y los anteriores porque pagamos sueldos que no se merecen y deberían ir ligados a la productividad, como en el Real Madrid donde Florentino sabe muy bien lo que se hace, así se expresó alguno.
Dudaban de la profesionalidad de los jugadores en cuanto a querer entrar en Europa (Iñigo Martinez quiso tirar el balón fuera en su remate y casi lo mete sin querer), criticaron a los formadores de Lezama porque no han conseguido inculcar el 'sentimiento Athletic' a pesar de tener las mejores instalaciones de Europa.
Criticaron la residencia de chavales diciendo que estaba hecha un asco (palabras textuales), aunque es verdad que el moderador afeó la expresión. No fue la única vez que tuvo que criticar el lenguaje utilizado. Hablaron de vergüenza ajena, de desfachatez, de que los jugadores no merecían llevar ese escudo.
Por supuesto criticaron que se fueran de despedida de soltero de De Marcos después del partido y aplaudieron que Raúl García se fuera a la cama después de la cena porque sentía mucha vergüenza. Incluso alguno dijo que tenía envidia de como la Real estaba haciendo las cosas, ¡¡y eso que han quedado por detrás del Athletic!!
La jauría estaba en modo caza y en esta ocasión los cazados por los lobos eran los leones y todo el club en general. Puedo entender que les puedan los colores pero un programa de televisión debería contar con opinadores con más criterio y no hooligans que además no hacen ningún favor a la institución con criticas salidas de tono que mas bien parecen conversaciones de barra de bar que de un programa de televisión.
Cualquiera que haya jugado al futbol sabe que cuando juegas un partido siempre, siempre quieres ganar, aunque sea una pachanga. Otro tema es la motivación y esta la tienen que tener ellos, los jugadores, pero también es trabajo del entrenador que para eso le pagan. Es verdad que los jugadores en el partido de Sevilla no dieron la sensación de salir a una final, pero el entrenador debería haberlo olido y haberle puesto remedio antes de saltar al césped.
Podemos y debemos exigir. Es verdad que hay mucho trabajo por hacer y muchas cosas por mejorar, pero no podemos dar la imagen que este programa ha dado de nuestro Club. Si les gusta más otro equipo que se cambien. Criticar de forma constructiva está bien, muy bien, pero echar abajo todo lo conseguido no. Si los socios de la Real han visto este programa se estarán frotando las manos.