Desembarco en el chalet, dispuesto a desconectar unos días. Pero pronto veo algo que me desata la imaginación. Son los típicos libritos de pasatiempos que mi suegro desarma de tarde en tarde cuando anda por aquí. En mi casa, recuerdo, antaño, también había afición. Mi tía y mi abuela. A saco. Mi abuela era un portento. Una bestia de la inteligencia. Cuánto aprendí. Yo nunca he sido súper fan pero siempre que cojo uno me cuesta soltarlo. Engancha. Que si crucigrama. Que si sopa de letras. Que si encadenados. Y mi preferido, el sudoku. Y he aquí donde se me ha revuelto el estómago. No me preguntes por qué pero me he imaginado el que deben tener montado en el Big Data para intentar resolver la próxima temporada. Tarea de chinos. Nunca mejor dicho.
Por si alguno no sabe aún de qué hablamos. Se trata de un juego en el que has de colocar los números del 1 al 9 en diferentes casillas pero siempre siguiendo un patrón y ciertas restricciones. Traducido al Levante UD, dibujo del campo, 11 posiciones. Entra éste, sale aquel, uno me cuesta tanto, ya no tengo casi para el otro… y así la calculadora echando humo para cuadrar. Ingeniería pura. Partiendo de la base de que hasta donde sabemos, lo primero que habría que haces es sacar. O mejor dicho, ingresar. Porque el famoso Fair Play Financiero no perdona. Quién se inventaría esto, ¿no? Quizá el mismo del sudoku. O algún coleguita suyo. Desfaenaos.
Podemos plantear todas las pajas mentales que queramos. Que si Clerc está sobresaliente. Que si el Athletic tiene que fichar portero y Aitor está de los primeros en la lista. Que si Cárdenas ha despertado interés con sus apariciones en el Levante. Que si los goles de Roger pueden valer millones. Que si Bardhi se sale en la Euro. Que si Malsa es la revelación. Y te pones a hacer números hasta que te das cuenta que en el mail no hay ninguna oferta en concreto. Pues eso, pajas mentales. Como si ahora empezamos que si gano al Huesca y al Eibar y empato con el Sevilla y pierdo no sé dónde. Y el Betis pincha aquí y el Granada se despista con la UEFA Europa League y el Athletic tiene las finales de Copa y el Villarreal se deshinchará o no. Y así, como en el juego. El 3 de esta fila tiene que ir aquí. El 7 de esta columna no me cabe allá. Meto el 9 en esta casilla pero lo quito de esta otra porque si no el 6 me lo tengo que llevar al otro cuadrado. El que lo haya experimentado sabrá bien lo que digo. Y el que no, le invito a ello. Es muy enriquecedor. Sobre todo si consigues acabarlo…
Que como pasatiempo está guay. Pero como realidades, cuidado. Que hay demasiado en juego. Y aquí viene el quid de la cuestión. Que todos los sudokus solo tienen una única solución. No hay trampas. No hay matices. No hay depende. Son matemática. Ciencia exacta. Y aunque a veces al fútbol queramos pensar que son otras muchas cosas, cuando entran los números en escena, son lo que son. O cuadran o no. Ni Big Data ni Big Dato. Típica frase de madre. Por eso no me gustaría estar en la piel de Manolo Salvador y David Navarro. Y de Quico tampoco. Y por eso no la estoy, de hecho. Lo que estoy es acabando la columna y con ganas de coger un librito de estos y ponerme con los numeritos. Los del sudoku. Ya os contaré cómo ha ido. Aunque casi me conformo con tener a mi hija al lado intentado resolverlo conmigo, como hacía yo con mi abuela en su día.