Medias verdades
Cuenta la leyenda que una vez un presidente bajó al vestuario de la ciudad deportiva y le dijo a su plantilla lo siguiente: "Faltan 7 jornadas para el final. Les guste o no, que ya veo que no, el entrenador hasta el 30 de Junio será este. Y por si no lo recuerdan, tiene un año más de contrato. Por tanto si alguien tiene que irse no es él. Estoy planteándome despedir a uno de ustedes, pero me falta la confirmación del abogado para que la decisión nos cueste el menor gasto posible". Tuvo que ser algo así, pero como ha pasado tanto tiempo la cita no es literal. O puede que en el fondo jamás ocurriera, porque haciendo memoria sería imposible poner nombre y apellidos al protagonista de esta absurda historia.
Asumiendo que son unas líneas de ficción, cualquier aficionado sabe que el fútbol vive de contar medias verdades. Las de unos jugadores que no quieren hacer la cama al entrenador pero se arrastran por el campo la tarde que este se juega el puesto, las de una junta que respalda completamente a su técnico aunque en realidad sea "partido a partido", las de un entrenador que habla de apoyo popular aunque se mete en el vestuario sin escuchar a la grada...
Me encantaría que Mareo fuera el escenario de la frase inventada que entrecomillo al inicio de este artículo. Si Antonio Veiga y Alfredo García Amado apostaran con esa vehemencia por Sandoval creo que no veríamos a un equipo tan dejado como el que se midió al Murcia. Sandoval cree en este grupo de jugadores y para mi eso tiene un valor incalculable. Es un milagro. Yo no daría un euro por la plantilla que él dirige, y sin embargo, José Ramón sigue partiéndose la cara por ellos. El problema del Sporting no es Sandoval y no me cansaré de repetirlo.
P.D- Como es un tema que gusta tanto a unos cuantos, esta semana quiero cenar con Alejandro Ménendez. Me apetece saber como le va por Gijón y que me cuente historias de su aventura asiática. Me parece un entrenador preparadísimo y perfecto para el Sporting. Creo en Sandoval, me gusta su fútbol y si de mi dependiera cumpliría íntegramente el contrato que le vincula a esta entidad centenaria de la que soy socio. Pero si le destituyen antes del verano de 2015 yo elegiría a Alejandro como sustituto. Es de aquí, conoce la casa y su trayectoria profesional debería ser suficiente para recibir una oferta rojiblanca. Es una opinión, la mía, y sólo tiene ese valor testimonial. Queda dicho.