Unos pensarán que el tiempo estaba cumplido, otros que el equipo perdonó en cada una de las jugadas en la que pudo sentenciar y también habrá quien piense que en ese saque de esquina nunca pueden marcarte gol.
El Sporting se quedó así, con cara de tonto, tanto los jugadores como la afición rojiblanca sufrió el duro varapalo de ver como se escaparon dos puntos en la última jugada del encuentro. Toché aún no sabe con qué parte de su cuerpo remató el balón antes de que este entrara en la portería que defendía Cuéllar. El portero no estuvo muy acertado en esa jugada y su salida para despejar fue en balde ya que sus guantes nunca encontraron el balón.
El conjunto de Sandoval no fue capaz de ganar un partido de la misma manera que el Recreativo y la Ponferradina consiguieron empatar en El Molinón. Los jugadores se precipitaron cada vez que el balón pasaba por sus pies y no fueron capaces de , primero sentenciar el choque, y después de matar el partido en los últimos minutos. Cierto es que los cuatro minutos que añadió el colegiado ya estaban cumplidos, pero en un partido tan importante para los intereses rojiblancos, el Deportivo no puede empatar el choque y menos en el último suspiro.
Ahora toca recibir al Alavés y volver a ganar en casa. El 2014 no está siendo buenos para el equipo de Sandoval, el Sporting aún no sabe lo que es ganar en El Molinón y si se quiere ascender, no se puede escapar ningún partido de Gijón.