Wanchope eleva el listón de Costa Rica
Si una selección mereció el calificativo de revelación en el pasado Mundial, ésa fue la de Costa Rica. Cabe recordar que, cuando quedó encuadrada en un grupo que por primera vez tenía tres campeones del Mundo, todos dimos por segura la eliminación de los ticos, posiblemente con cero puntos en su casillero. La realidad nos mostró que no había percepción más equivocada y los centroamericanos pasaron como primeros, invictos y tras ganar a Uruguay e Italia. De hecho se fueron del Mundial sin perder un solo partido, en unos cuartos de final épicos en los que el aún levantinista Keylor Navas frenó a Holanda durante 120 minutos.
La receta que aplicó el seleccionador Pinto fue la de un equipo muy defensivo, con línea de cinco atrás y pocos hombres de ataque, casi siempre apostando por el contragolpe y el balón parado. Fue un año antes del Mundial cuando el técnico colombiano se decidió por esta apuesta, metiendo un tercer central en visitas complicadas en su fase de clasificación a México o USA. Costa Rica mejoró sus registros y la fórmula se mantendría hasta la cita en Brasil, logrando un hito histórico para un país pequeño en lo futbolístico.
Cuando acabó el Mundial, terminó el idilio entre Pinto (héroe nacional durante un mes en Costa Rica) y la federación tica, con la que se cruzó acusaciones duras que emborronaron su salida. Tras su marcha, tomó el relevo de manera interina uno de los mitos del fútbol tico, el ex delantero Paulo César Wanchope, que había formado parte del cuerpo técnico de Pinto. Para el que fuera jugador del Málaga en España y antes de Manchester City, West Ham o Derby County, lo fácil era no tocar lo que tan bien había funcionado, máxime sin tiempo por delante pues la Federación anunció que estaba buscando un nuevo seleccionador, por lo que su estancia tenía pronta fecha de caducidad.
Pero los grandes no se van de los sitios sin dejar huella y así, Wanchope decidió demostrarle al Mundo que Costa Rica podía sacar buenos resultados jugando a otra cosa, yendo a buscar al rival, apostando por la calidad y por amontonar jugadores arriba y no abajo. No sólo eso, en sus cuatro meses de seleccionador interino ha abierto las puertas de la selección a jóvenes que garantizan el futuro y, además, le dio a su país un título, la Copa UNCAF que conquistaron en USA el pasado septiembre y que, además, les dio un billete para la próxima edición de la Copa América.
Con Wanchope al frente, Costa Rica no ha perdido ningún partido y suma ya 12 encuentros consecutivos sin conocer la derrota. En su periplo, además de la Copa Centroamericana, también ganó amistosos en Omán y Corea y se consagró en el último, derrotando a Uruguay en Montevideo en los penaltis tras un vibrante 3-3.
Ese partido deja bien a las claras el sello que el técnico ha querido imprimir. Lejos de plantar en el estadio Centenario un once defensivo que se aculara en tablas esperando las acometidas de Cavani, Luis Suárez y compañía, Wanchope salió a mandar, con cuatro y no cinco en línea defensiva, eligiendo además zagueros con muy buen pie para la salida del balón (Duarte y Giancarlo González), mantuvo en la sala de máquinas a la pareja Tejeda-Celso Borges y a partir de ahí, metió toda la artillería posible para jugarle de tú a tú a Uruguay en su templo. Así, los dos atacantes habituales en el Mundial, Joel Campbell y Bryan Ruiz, pasaron a estar en las bandas y arriba, dos delanteros: Álvaro Saborío, que se perdió el Mundial por lesión, y el joven David Ramírez, que a sus 21 años empieza a destacar en Saprissa.
No ha sido el único jugador que sigue en el torneo local por el que ha apostado el seleccionador, pues también ha puesto en el escaparate al creativo Juan Bustos Golobio (22 años) y le ha dado paso en la absoluta a John Jairo Ruiz (20 años) al que el Lille esta temporada ha cedido al Oostende belga, Mayron George (21 años) potente delantero del OFI Creta o el lateral izquierdo Waylon Francis (24 años) de los Columbus Crew de la MLS.
En tan poco tiempo y viniendo de tan buen Mundial, pocos esperaban que Paulo Wanchope fuera capaz de elevar las prestaciones de una selección que ocupa el puesto 16 en el ranking FIFA, pero no sólo lo ha logrado sino que le entregará a su sustituto un equipo mejorado, con otra idea de fútbol más vistosa y ofensiva. En los próximos días, todo indica que el argentino Ricardo Gareca (58 años) será nombrado seleccionador de Costa Rica y está por ver si Wanchope continúa en su cuerpo técnico. La gran duda será ver si Gareca recupera el estilo defensivo de Pinto que tan bien funcionó en el Mundial o continúa con el camino que ha empezado a andar el cuadro tico de la mano del que fuera uno de los mejores jugadores de su historia y que, como seleccionador, se reveló ante los que esperaban de su interinidad un insulso paso de los meses aplicando la misma receta.