Como si de un maleficio se tratara, en la última década han sido varios los delanteros contrastados que, con cientos de goles en su haber aterrizaron en el Ciutat...y en Orriols perdieron su magia anotadora. Repasamos ya a Luyindula o Gekas y no podemos pasar por alto uno de esos fichajes que levantó expectación pero acabó diluyéndose en la intrascendencia de los cero goles: Shota Arveladze.
Un palmarés como el del georgiano, sin duda, no se merecía un epílogo así: 45 tristes minutos repartidos en cuatro partidos fue su balance como jugador del Levante UD (3 derrotas y una victoria). Antes, Arveladze se convirtió en estrella allá donde fue, en uno de los iconos del fútbol underground. Cuando colgó las botas, en ellas acumuló 602 partidos y había anotado 336 goles. Fuese con su selección o con cualquiera de sus clubes, Ajax, AZ, Glasgow Rangers, Tranzonspor, Dinamo de Tibilisi…siempre garantizó un buen puñado de goles. Siempre fue así salvo en su etapa en el Levante, único club con el que no consiguió marcar.
El ariete jugó sus primeros seis minutos en una derrota ante el Villarreal (1-2) y después saldría otros ratos ante Valladolid y Betis para poner fin a su carrera en un buen escenario, 10 minutos de despedida en el Santiago Bernabéu en aquel partido que hasta el último momento estuvo en el aire, pues la huelga de los jugadores granotas amenazó su suspensión. Finalmente, los levantinistas no quisieron dejar sin su fiesta al Real Madrid campeón de Liga y disputaron esa jornada 38 que supuso el adiós a Primera de los granotas y el adiós al fútbol en activo de Arveladze.
El georgiano regresó al país en el que ofreció su mejor fútbol (hizo por ejemplo 37 goles en el Ajax en la temporada 97-98) y arrancó su carrera en los banquillos como segundo de uno de los mejores entrenadores de las últimas décadas, Louis van Gaal, que lo había tenido a sus órdenes varios años. El actual técnico del Manchester United logró la proeza de hacer campeón al AZ Alkmaar, con Arveladze como ayudante tomando buena nota. Tras la marcha del técnico al Bayern, fue Ronald Koeman el que se hizo cargo del AZ y siguió contando con el ex delantero levantinista como segundo, así como su sucesor, Dick Advocaat.
Con tan buenos maestros, Shota se sintió preparado para entrenar y tomó la alternativa en otra de las ligas en la que había dejado huella, la turca, donde anotó 81 goles en 123 partidos con el Trabzonspor, aunque su estreno en los banquillos fue con el Kayserispor, al que dejó quinto en la 11-12 y donde tras dos años y medio buenos, lo contrató el Kasimpasa, uno de los clubes emergentes en el país, al que clasificó sexto el pasado ejercicio.
Actualmente, el que fuera delantero granota, sigue haciéndolo bien como entrenador del conjunto turco, en el que destacan los holandeses Ryan Babel (ex Ajax y Liverpool) y Ryan Donk (ex AZ y Brujas) y en el que los goles los está poniendo el turco Adem Büyük (6 goles en 11 partidos). Pero por encima de todos, la estrella sigue siendo Shota Arveladze, un goleador histórico al que no tuvimos la suerte de disfrutar en el Ciutat.
Miguel Ángel Vara