Ya les avisaba hace unas semanas desde esta misma columna de que el Real Zaragoza iba a incorporar a nuevos jugadores en el mercado de invierno. Jesús Alfaro ya está aquí y me atrevo a decirles que no va a ser el único en llegar. El discurso oficial del club, ya sea en la figura del director deportivo o en la del presidente, viene marcado por las estrecheces económicas reales que hay a la hora de hacer cualquier movimiento y por el decoro que pide la propia Liga a la hora de ser coherentes con la pobreza y con la pesca en los fichajes. Pero es muy posible que lleguen uno o dos jugadores más en los próximos días.
Si nos hubiésemos atenido a las palabras de Lalo y Lapetra nunca hubiésemos dicho aquí que el Zaragoza iba a fichar, pero aquí está Álfaro. Las fórmulas para que pudiese llegar algún otro fichaje pasan por la salida de jugadores (Oyarzun y Valentín son los principales candidatos) y por la llegada de alguna otra inyección económica que pudieran ser nuevos patrocinios.
El equipo necesita matizarse. La primera vuelta ha sido mala y una clara muestra de que hay que elevar el nivel de la plantilla con alguna perla que deje el mercado y éstas siempre aparecen a última hora. Sería bueno reforzar el centro del campo y se peina el mercado de atacantes. Siempre hay que estar preparados por si salta la liebre y Lalo Arantegui ya ha demostrado sus dotes de convencimiento en las gestiones para traer a Borja, Toquero o Mikel… Sin ir más lejos, Alfaro eligió Zaragoza antes que Valladolid o Lugo.