Su proceder no me sorprende lo más mínimo, me causa cierta indiferencia. La pasada campaña, ya comprobamos su disposición a participar en una olimpiada estando “aparentemente” lastrado por un pubis del que tuvo que ser intervenido comenzada la temporada. Con ello ya demostró, que sus objetivos personales y sus logros individuales estaban muy por encima de los del club que le paga.
Pues bien, todo esto lo entiendo porque él es un auténtico profesional del fútbol, ya que de él se gana la vida, no digo que lo es por su rendimiento en el Athletic. Desde mi punto de vista el balance de su rendimiento global hasta el momento ha sido mediocre, regular la pasada campaña y especialmente lastrado por su infernal rendimiento en nuestras grandes finales, esas donde se demuestra la capacidad de los jugadores determinantes; de los grandes jugadores.
Ander Herrera ha orientado su carrera deportiva a la obtención de los mayores logros futbolísticos, ha venido de fuera, es un producto de otra cantera, es solamente un jugador de fútbol. Solo deseo que dé el máximo rendimiento tanto deportivo como económico al Club.
Episodios de esta naturaleza y aquellos que están por venir, insisten en recordarme sin excusa, uno de los mayores errores cometidos por un presidente del Athletic Club, la categorización de estratégicos a ciertos jugadores del equipo.
En el Athletic la única estrategia es nuestra filosofía. Y lo único estratégico somos los socios y Athleticzales.
El Athletic Club debe ser ajeno a personalismos, no podemos quedar en manos de nadie ni de presidentes ni de entrenadores ni de jugadores individualistas que ni han sido capaces de conseguir título alguno.
El Athletic es mucho más que fútbol, desde mi punto de vista es ante todo una concepción y una expresión que con éste poco tiene que ver, para mí, el fútbol es tan solo la excusa.
Comprendemos este deporte de una manera única; ese es nuestro verdadero trofeo, ese que nos llena de orgullo, pero no podemos renunciar a ganar porque somos del Athletic.
Ansío un título por una única razón, porque perpetuaría nuestra filosofía. Evitaría el debate de aquellos que desean jugadores de procedencia distinta; eso que no tiene cabida en mi concepción de Athletic.
Considero esencial que sepamos diferenciar absolutamente dos categorías de jugadores que forman parte de la primera plantilla; los procedentes de la cantera y los importados de otros equipos por cuestiones de necesidad. Todos hacen Athletic, todos son bien acogidos, y para mí muy especialmente los primeros. Los considero pilar fundamental si encima son Bizkaitarras, porque entiendo que un Bizkaitarra de bien, no puede ser otra cosa más que del Athletic y con esto no menosprecio a nadie, creo que es un valor que se debe saber explotar. Hay otros, que por sus méritos y compromiso se han ganado la consideración de fundamentales, con independencia de su procedencia.
Todo aquel que desee marcharse tiene la puerta abierta (previo pago de la cantidad que determine su contrato como cláusula de rescisión, porque los contratos son para cumplirlos).
Nuestro potencial es colectivo y no debe verse en absoluto afectado por la marcha de nadie, y desde luego tenemos el derecho y la obligación de rentabilizar a todo aquel que nos utilice como trampolín.
El proyecto del Athletic es ya atractivo en su esencia, no tenemos nada que temer. Un solo jugador es una mota de polvo en nuestra dilatada historia y siempre nos hemos sobrepuesto a las ausencias.
Los mejores jugadores son los que se quedan en el Athletic porque tienen el reto de defender su deporte de una manera diferente, tienen calidad de vida y reconocimiento por doquier.
Los que se marchen para, según ellos entienden, progresar, tienen que tener claro que corren el riesgo de ser el capricho pasajero de clubes mercantilizados.
Por todo esto, me merecen auténtico reconocimiento y por ello quedarán para siempre en mi recuerdo todos aquellos jugadores para los que quedarse en el Athletic es “hacer lo correcto.”
Por Koldo Ansoleaga Basauri, Socio del Athletic Club. Comentarista de Radio Popular. @KoldoAnso