Como la intención es llevar a acabo una valoración del arranque liguero del Athletic Club de Bilbao de la presente temporada, he querido comenzar la mayoría del análisis sin dar tiempo a disputar el partido frente al FC Barcelona en el Camp Nou, porque para bien o para mal pueda condicionar mas de lo que debe significar un partido y frente al rival en cuestión, no obstante comentaremos lo que vaya a suceder en las ultimas líneas.
Estaban las expectativas muy altas al comienzo de temporada después de la mediocre actuación de la pasada campaña y con la incorporación del “Toto” Berizzo como nuevo inquilino del banquillo rojiblanco y también con las caras nuevas para su vestuario (Yuri, Capa, Dani García, Unai López…).
Desde el primer momento, incluso se pudo comprobar en los partidos de pretemporada, la intención de buscar un alto ritmo de juego, basado en máxima presión para recuperar lo más alto posible y llegando con muchos hombres a campo contrarío apoyados por la superioridad que te pueden otorgar los laterales altos.
Supuestamente el sistema que se iba a manejar era un 1-4-3-3, pero visto lo visto creo que solo se completó en 2 jornadas, otro de los motivos que deja entrever que no se ha conseguido aún esa regularidad en línea de juego y modelo del mismo, volviendo a jugar con doble pivote en un sistema 1-4-2-3-1 que recuerda más a planteamientos de pasadas temporadas.
En el remate y definición es donde el equipo está mostrando más dificultades, de momento Iñaki Williams se está enfundando la tarea de referencia, pero aún ni se generan tantas ocasiones ni se acierta en las mismas, algo vital en un equipo que entiendo al asumir riesgos en ataque le va a tocar encajar
Y a eso sumarle evidentemente los datos, 6 puntos de 15 posibles (... ahora ya 1 más después del partido de Barcelona...) y sensaciones encontradas en un equipo que muestra muchas intenciones pero aún no vienen plasmadas con resultados claros y regularidad total.
Buena primera parte frente al Betis a domicilio y partido muy completo frente al Real Madrid en San Mamés, como partidos referencia en lo positivo, pero hasta ahora una misma constante, el equipo se funde en las rectas finales de los encuentros.
Algo natural por otra parte cuando gran parte de tu juego se basa en el rendimiento físico de los jugadores a la hora de presionar alto, marcajes individuales, gran ritmo y velocidad de juego... todo eso requiere un punto de forma que quizá todavía es pronto a esta alturas de temporada de obtener al 100%.
Otra incógnita ya será si el perfil tipo de futbolista de esta plantilla puede asumir esta variante y forma de juego. Pero queda claro que todavía queda trabajo por delante.
Destaco por el momento en esta faceta tanto a Yuri Berchiche como a Dani García, teniendo mucho protagonismo en estas primeras jornadas y mencionar bajo palos a Unai Simón, que con su juventud e inesperada llegada, ya muestra trazas con buenas intervenciones en cada partido.
En el remate y definición es donde el equipo está mostrando más dificultades, parece que de momento Iñaki Williams se está enfundando la tarea de referencia de ataque pero aún ni se generan tantas ocasiones ni se acierta en las mismas, vital en un equipo que entiendo al asumir riesgos en ataque le va a tocar encajar y si esta faceta no se ve compensada con “bacalaos”...
También es cierto que la importancia de los jugadores en llegada de segunda línea van a ser seguramente una aportación ofensiva clave, característica típica de los equipos de Berizzo.
Tiempo para seguir trabajando y ver cómo se van dando las evoluciones en el juego del equipo y si estas, evidentemente, traen consigo buenos resultados para un Athletic que sigue su camino en construcción y definición.
Con un no tan mal resultado en Barcelona por el rival al que se enfrentaba pero con un juego que no le permitió controlar el encuentro en casi ninguna fase y que se le pudo incluso escapar en muchas otras.
Por Asier Elorriaga Burgueño, entrenador Nivel 3 y comentarista de Radio Popular en 'La Emoción del Bacalao'