Lo he dicho públicamente: para mí sería un orgullo poder ayudar al Club que mi familia me ha enseñado a respetar y que yo, a mi vez, intento que los míos respeten.
Después de mi familia, el Athletic ocupa mi corazón, mi vida y mi sueño.
Ante todo, mi respeto hacia esta institución -que pertenece a muchas personas y sensibilidades- es supremo.
Primero, respeto a los socios, dueños de la entidad.
En segundo lugar, respeto a todos y cada uno de los aficionados que aman este sueño colectivo en nuestra Villa, en Euskal Herria, en todas y cada una de las Peñas y rincones en los que habita el sentimiento rojiblanco; y, por supuesto, éste se extiende a cada aficionado del planeta que cree en nuestro proyecto de fútbol que nace del corazón.
Un equipo de profesionales de máximo nivel me anima y acompaña desde hace un año a defender un proyecto de Club en el que, considero, muchos seguimos creyendo.
Respeto, valores, saber estar y competir de frente.
Tenemos un proyecto que acerca nuestro trabajo a la sociedad y con las puertas abiertas de par en par las 24 horas del día para que cada socio de nuestro Club y deportista que crea en el deporte con valores sienta nuestra mano dada y nuestra disposición a escuchar y colaborar.
Estaremos pegados a la agenda y compromisos de Bilbao y Bizkaia cada vez que nos necesiten, son nuestro origen.
Lo vamos a intentar con todas nuestras fuerzas y corazón.
Desde la pasión, desde el convencimiento .
Siempre, aplicando unos parámetros de profesionalidad y criterios de compromiso innegociables.
El Athletic Club es de sus socios y de sus aficionados.
Por respeto a estas personas, sólo daremos un paso al frente ofreciendo un proyecto avalado desde los mismos valores y criterios que nos exigimos a nosotros mismos.
Lo que esperamos de nuestro Club cuando está sobre el césped, también lo aplicamos para nosotros mismos .
Para el futuro del Athletic no hace falta un único proyecto, una persona. Se necesitan todos y cada uno de los pasos y personas que han conseguido traer hasta nuestros días nuestro himno, nuestra filosofía y nuestro Club .
Sólo hay un camino .
Antes de terminar estas palabras, queremos decir alto y claro que solo importa el partido del DOMINGO, nada más.
Ahora mismo, y lo sabéis muchos de los que estáis leyendo estas palabras, cerraría esta etapa, estas noches sin dormir, cualquier mínimo afán de protagonismo por volver a ver al Athletic Club y a sus socios con el orgullo restablecido, con la cabeza alta y mirando al futuro de frente.
Eskerrik asko a cada aficionado, socio y amigo que estos días me han animado a escribir estas palabras.
Sólo con estar en este teclado, me siento honrado.
Bazkide bat, boto bat.
Por Aitor Elizegi, Cocinero y empresario
Blog: 'Licencia para aliñar'