Lezama, la mejor cantera del mundo

Es cierto. ¿Alguien puede decir lo contrario cuando esta cantera ha permitido vivir al Athletic Club de Bilbao en Primera División durante más de cien años? ¿Hay algún argumento más potente que éste para demostrarlo? ¿Cuántos equipos en Europa pueden decir lo mismo?... Ninguno.

Deberíamos hacer un repaso y un homenaje a todos los responsables de la escuela de Lezama que han ayudado a conseguirlo. Ciento veinte años de historia que ha ayudado a mantener un bloque competitivo en una de las ligas más exigentes del mundo.

Nuestro sistema funciona, pero en mi opinión y sobre todo en los últimos tiempos nos cuesta “fabricar” jugadores creativos, de esos que hacen jugar a los demás

Pero no nos basta. Queremos y debemos perseguir la excelencia. Nuestro sistema funciona. Eso está claro. Sin embargo, en mi opinión sobre todo en los últimos tiempos, el Athletic ha adolecido sistemáticamente de dos tipos de futbolistas.

Goleadores y jugones. Ismael Urzaiz, Fernando Llorente o Aritz Aduriz han sido jugadores que hemos recuperado. Necesitamos más futbolistas del estilo de Beñat o Iker Muniain, jugadores que hagan jugar, que busquen paredes, de esos que juegan en corto y en largo, que puedan servir el último pase.

En el mundo actual todos los psicólogos proponen que se fomente en los niños la creatividad desde los primeros años de vida. En las empresas todos hemos oído hablar del “brainstorming” como método para conseguir aflorar nuevas ideas de negocio.

¿Por qué no en nuestro Athletic?

¿Y si el Athletic tuviera un segundo equipo en categorías inferiores solo de jugones? ¿Qué perderían todos los partidos? ¿Y qué? No importa el resultado, lo que importa es la formación.

Dejarles libertad. O mejor aún, obligarles a tocar, a driblar, a arriesgar, a jugar en largo, con paredes, a defender no siendo defensas. ¿Cuántas veces por partido toca el balón un chaval en edad infantil?

¿Es que el Athletic no puede montar un equipo con ciertas garantías a base de medios y delanteros? Se tendrán que enfrentar a equipos que corran más, con más envergadura y superarles les hará crecer y mejorar, y cuando ya tengamos formados jugadores con este perfil los incorporaremos a nuestro estilo. El estilo Athletic.

Un soñador.

Por Javier López Gil