Amigo mio que ya estás en el cielo de San Mamés. La de noches que he esperado tu crónica del Athletic Club, porque era la poesía de lo que había ocurrido en el campo. Repasaba tus escritos para recitárselos a la cuadrilla. Nunca he leído prosa tan magnifica sobre nuestro equipo, porque lo adorabas. Así lo reflejaban tus libros, tablas de la ley rojiblanca.
Has ido a partir hacia ese cielo plagado de leyendas atxuritarras, desde el lugar al que llegaban las palomas cuando marcaba gol el Athletic. Santa Marina, madre de Dios.
Maestría impecable, amante del balompié, daltónico en rojo y blanco; las tertulias que pude compartir contigo son todo un máster. Te hemos leído con devoción,nos hemos peleado contigo en vano porque tus palabra eran valor de ley, y compartíamos un cigarro a la sombra de las proezas o fiascos del Club de tus amores.
Querido Edu, te marchas demasiado pronto con la misma clase con la que viviste, recién jubilado, dejando el legado de esa novela negra prometida que sabemos de antemano que será el best seller de un bilbaino de pro.
Te lo digo ahora con lagrimas en mis ojos,para mi has sido un tío cojonudo, como Iribar. Te recordaré siempre como un golazo de pañuelo.
Por Patxi Herranz, periodista de El Correo y Radio Popular