Con la lógica no vamos a ningún lado, primo. Es fría y aburrida. Está a la base del cumplimiento del deber impuesto desde el exterior. Nos la quieren vender como sentido común. Pero si éste es el menos común de los sentidos es precisamente por su falta de humanismo. Un individuo que rige su vida por el sentido común, o es un descerebrado o no se ha dado cuenta del sinsentido de la existencia. Las cosas no se arreglan ni votando ni aprobando unas oposiciones. Eso no sirve para nada. Los candidatos electos luego hacen lo que les da la gana y un funcionario gana siempre el mismo sueldo por hacer lo mismo todos los días. ¿Adónde dejamos la vertiginosa emoción de la catástrofe? La religión cumple una función necesaria para el equilibrio emocional de nuestra sociedad civil, que no es otra que la de llenar de fiestas el calendario, porque, ojo, cualquier calendario es un coñazo que representa el hastío y la rutina de vivir; no hay nada más que verlo: un número detrás de otro del 1 al 30 multiplicado por 12 y luego por 80. Menos mal que hay unos cuantos marcados en rojo que alivian el horror. El hombre puede vivir sin trabajar, y para muestra un botón. Lo que resulta inimaginable es una vida sin fiesta (menos trabajo y más carnaval, que no lo dije de broma). La medalla al mérito del trabajo no tiene más valor que la medalla al mérito de vivir sin trabajar. Es una cuestión de opción de vida. Al contrario que Ketama, creo que estamos locos y no sabemos lo que queremos, salvo en el caso de la fiesta, único asunto en el que los locos están de acuerdo.
La fiesta, hablando con propiedad, ha de servir para dar sentido a una vida que de por sí no lo tiene. Pero por eso mismo, la fiesta debe hacerse con sentido, y aunque parezca una contradicción, la lógica de la fiesta es la que llena, contrarresta y da sentido a la vida inundada por la lógica del deber. Si la fiesta carece de lógica existe el peligro de que el deber la absorba y la reconvierta en deber. Por eso, personalmente, sólo practico las fiestas que comprendo, y procuro que la tradición no me obligue a cumplir con ninguna, especialmente, si dicha tradición no va acompañada de algún argumento superior que me explique mejor su sentido.
Por eso, y dado el grado de deterioro que padece nuestra sociedad actual a la hora de articular el triángulo emocional entre fiesta, lógica y deber, propongo que el cannabis se venda en los estancos y el orfidal en las grandes superficies, sin receta, para prevenir —entre otros— episodios como éste. La religión es el opio del pueblo, dijo Marx. El tripi, diría yo. ¿Quién necesita cambiar de camello con mayor urgencia, el fervoroso cofrade que celebra Halloween en nombre de su apostólica hermandad o el que lo prohibe alegando el evidente satanismo impreso en su celebración? No sé si la Party Fussion puede funcionar, pero teniendo en cuenta que en Cádiz los que se suben a los tablaos son los mismos que se meten debajo de los pasos —y lo que es más importante, alcanzan un éxtasis idéntico en ambos estados—, podría probarse con una erizada navideña al compás de una zambombá crítica, un concurso de coplas a la Epifanía y una noche de San Juan en la que se quemaran cochinos con la cruz a cuestas. Si La Piedad o El Despojado quieren celebrar un Halloween, y su diócesis lo prohibe alegando satanismo, ya nada es un disparate.
Como conclusión. En su día me marqué un convincente alegato en contra de la droga que hoy no firmaría. Las circunstancias han cambiado y ya no lo tengo tan claro. Un uso racional de la droga puede humanizar más la lógica del deber, que falta nos hace. Igualmente, una renuncia absoluta al consumo de drogas o —lo que es peor— su consumo en pésimas condiciones, puede pervertir la lógica de la fiesta y terminar desbaratándola. Y ese sería el fin de la civilización occidental. Feliz Navidad.
JUAN CARLOS ARAGÓN
Cada vez estoy mas de acuerdo con lo que dices Y escribes de put.. madre tio que comparson la tuya
Juan Carlos has fumar?
Juan Carlos, he escuchado tu pasodoble "Hoy toca dar un paso atrás" más de 100 veces. Estallé de emoción al oirlo por primera vez y hace 4 días se lo puse a alguien explicándole quién eras, orgulloso a raudales. Ahora me toca leer esto y se me derrumba mi admiración por ti. No la necesitas, pero la conseguiste sin pedirlo y ahora te quedas sin ella de la misma forma. Vida.
Hacer apologia de la droga lo hace tu gobierno dia a dia, empezando por colgar carteles de botellas de alcohol. Si algun dia os da por informaros, nunca nadie murió por sobredosis de cannabis, es más, es imposible. Algo que con el alcohol si pasa. Puedes morir en una noche de fiesta, tranquilamente. En cambio, el cannabis esta demostrado que cura y mejoras ciertas enfermedades. Desde cáncer hasta insomnio. Por favor, dejen de tener a los porros como la lacra del mundo cuando hay drogas legales mucho peores. Y sobretodo informense antes de hablar.
Vaya ejemplo como profesor, y lo que es peor, como padre. Apología a las drogas...espero que mis hijos jamás tenggan un profesor así porque vayya ejemplo tendrían. Quieres ir de moderno picha y eres un metepatas .